Trabajaban en casas de otros realizando las labores domésticas y ahora no pueden salir de las suyas y cada día viven la angustia de pensar cómo conseguir alimento. A algunas aún les quedan pocos dólares de la quincena de marzo o del décimo, otras se alimentan de víveres que entrega el Gobierno y hay aquellas que se reúnen y se dan la mano dividiendo suministros para sostenerse durante la pandemia.