Nació en el 2018 como una iniciativa centrada en infraestructuras de energía, pero esta se amplió a finales del 2019 para que este sector no sea el único beneficiado de acuerdos. Se trata de América Crece, plan del gobierno de Estados Unidos que busca crear un ambiente propicio para la inversión privada en infraestructura para la energía, telecomunicaciones, puertos, carreteras y aeropuertos, entre otras; hacia América Latina y el Caribe.

Con la iniciativa se canalizan los recursos de organismos estatales de ese país para atraer la inversión, además mediante memorandos de entendimientos, conversaciones extraoficiales, asistencia técnica e intercambios, diálogos bilaterales y foros regionales se trabaja con los gobiernos locales. Con esto se pretende fomentar la creación del empleo, reactivar el crecimiento económico en el hemisferio y enfrentar la falta de inversión en este sector.

Argentina, Chile, Jamaica, Panamá, Colombia y El Salvador han firmado acuerdos de trabajo en el marco de la iniciativa. Durante la visita del presidente Lenín Moreno a Estados Unidos, el Gobierno suscribió un memorando de entendimiento dentro de este plan en el que ambos países acordaron mejorar la transparencia y competitividad de las licitaciones ecuatorianas de infraestructura pública con el objetivo de atraer empresas locales. Además de apoyo en el sector de telecomunicaciones.

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Los organismos estatales estadounidenses que forman parte del plan son el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, el Departamento de Comercio y el Departamento de Energía, así como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Agencia de Comercio y Desarrollo de los Estados Unidos (USTDA) y la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, entre otros.

Ecuador fortalece relaciones con Estado Unidos. Nuevas oportunidades de comercio, empleo, producción, educación, seguridad y lucha contra la corrupción.

América Crece aprovecha los recursos de programas, compromisos diplomáticos y alianzas existentes. El Departamento de Estado de ese país indicó que el apoyo a cualquier inversión en infraestructuras, ya sea en el sector energético o en otros sectores, está sujeto a las directrices del organismo gubernamental de Estados Unidos que proporcione el apoyo, y que este varía según el nivel de ingreso de la nación destinataria.

En el marco de esta iniciativa, en El Salvador, la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (DFC por sus siglas en inglés) invertirá en el financiamiento y la construcción de una planta de gas licuado, una unidad de almacenamiento y regasificación flotante, y una línea de transmisión eléctrica de aproximadamente 44 kilómetros. La inversión está estimada en más de mil millones de dólares y el memorando de entendimiento se firmó a finales de enero. (I)