Analizar el posible impacto ambiental en el lecho marino causado por el hundimiento de la barcaza Orca, un contenedor y una grúa, en diciembre pasado, en un muelle de San Cristóbal, será una de las primeras acciones que realizará el Parque Nacional Galápagos (PNG) cuando se refloten las estructuras y establecer posibles procesos administrativos.

Además, se esperan los resultados de las muestras de agua que fueron recolectadas, al día siguiente del accidente, por personal del PNG y que se enviaron a un laboratorio acreditado en Ecuador continental para buscar restos de hidrocarburos. Los datos estarían disponibles esta semana.

Al principio se habló de que la embarcación llevaba 600 galones de combustible, los que se comprometieron con el hundimiento. Sin embargo, Jorge Carrión, director del PNG, afirma que al momento del accidente, la barcaza Orca tenía entre 150 y 200 galones, ya que había realizado un viaje previo a la isla Isabela donde consumió más del 50 % del diésel que tanqueó en Baltra.

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Lo que debemos resaltar es que al momento del incidente no hubo una ruptura de los tanques de combustible. Lo que encontramos (desechos) en la superficie del mar era porque el agua entró en contacto con la sala de máquinas y en esta zona hay restos de combustible, lubricantes, lo que ocasionó que se formen unas películas (láminas) en el mar”, dice.

También hubo una pequeña fuga de material oleoso que salía del generador eléctrico que estaba en el contenedor. La fuga fue sellada posteriormente por buzos que contrató la operadora dueña de la embarcación, según el funcionario.

Un equipo de buzos a realizado las labores para sellar las fugas y retirar el combustible de la embarcación Orca. Fotos: Cortesía Parque Nacional Galápagos

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Además, la empresa logró retirar completamente el combustible que tenía la embarcación. También se retiraron baterías, ya que contienen desechos peligrosos.

Como no fue una gran cantidad de combustible esperamos que los niveles de contaminación en el agua no sean mayores. Nosotros tomaremos también acciones con base en esos resultados para procesos administrativos. Hubiese sido un agravante encontrar especies con restos de combustibles o animales muertos, pero no fue así”, señala Carrión.

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También se verificará el estado del lecho marino una vez que las estructuras sean reflotadas. Las maniobras para realizar esta compleja operación ya empezaron y se tardarán un máximo de 20 días, aunque este plazo puede variar por las condiciones del océano.

Debido al accidente, la barcaza, el contenedor y la grúa están asentadas en el lecho marino. Sin embargo, el lecho marino donde están asentadas es completamente arenoso, no es una costa de corales, lo cual disminuye los potenciales impactos del accidente”, dice el funcionario.

Las maniobras para reflotar la embarcación Orca se realizarán hasta el 15 de enero próximo, según las autoridades. Foto: Cortesía Washington Paredes

El ministro del Ambiente, Raúl Ledesma, aseguró que “ni una especie” fue afectada por el percance. Esto es reconfirmado por Carrión: “Nuestra veterinaria estuvo presente e hizo la captura de varios lobos e iguanas marinas, principalmente. Al analizarlos estos individuos no presentaron restos de hidrocarburos, ni en la piel, ni ojos, ni en el pelaje”.

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No obstante, el asambleísta por Galápagos Washington Paredes afirma que sí hubo contaminación. El legislador buceó en la zona del accidente.

Hay afectación de ruido a los animales, del combustible, del lubricante. El día que estuve allí salí rápido a bañarme porque tenía aceite y diésel en mi cuerpo. Superficialmente hay unas boyas que impiden que se escape el combustible de esa zona, pero con el sol hay afectación a la atmósfera”, indica.

Lobos marinos nadan y juegan alrededor de las barreras de contención ubicadas para evitar la expansión de combustibles. Foto: Cortesía Washington Paredes

No es la primera vez que suceden este tipo de accidentes en San Cristóbal. En 2014 y 2017 dos grúas se volcaron en similares circunstancias, dice Paredes. Esto se debería a la falta de infraestructura portuaria en el archipiélago.

Los barcos bajan contenedores en altamar a barcazas y luego son retirados con grúas (en las islas) y viceversa. Esto se debe hacer en puertos con grúas ancladas al piso. La grúa (del accidente de San Cristóbal) no tenía norma de seguridad, no fue anclada. Hay que hacer muelles, accesos y regresar a la carga con pallets”, dice.

(I)