El pingüino más viejo de Galápagos tiene 17.7 años de edad, es hembra y fue encontrado por los científicos de la Fundación Charles Darwin (FCD) y la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) en la isla Isabela.

Fue capturado por primera vez en el 2004 cuando tenía dos años aproximadamente, edad en la cual el plumaje es muy característico en estas aves.

"En 2016 fue recapturada, y con ello toda información generada anteriormente fue refutada, porque se pensaba que esta especie endémica alcanzaba apenas los 11 años de edad. Estos nuevos hallazgos acerca de su expectativa de vida, permiten a científicos documentar el ciclo vital de esta especie y sugerir nuevas estrategias de conservación", indica la FCD en un comunicado.

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Spheniscus mendiculus es la única especie de pingüino que vive en zonas tropicales, por encima de la línea ecuatorial. La presencia de esta especie en Galápagos se hace posible gracias al sistema complejo de corrientes marinas frías, las cuales son muy productivas. Por esta razón, se sabe que los pingüinos dependen de las zonas de afloramiento que facilitan las corrientes frías porque existe más alimento.

Es por esto que los pingüinos son muy sensibles a los cambios de la temperatura del agua, los cuales se experimentan durante los eventos del Niño Oscilación del Sur (ENOS). En 1982 y 1983 se registró en Galápagos el fenómeno de El Niño (ENOS) más fuerte del siglo, seguido por otro evento similar en el año 1997 y 1998.

En los dos eventos ENOS se estima que la población de pingüinos se redujo aproximadamente en un 60% en relación con la población registrada en el año anterior al ENOS. En la actualidad, a pesar que los números poblacionales de los pingüinos en Galápagos han aumentado, aun no se ha incrementado a los números contabilizados en 1970.

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Esta especie se enfrenta a otras amenazas importantes que afectan su conservación a largo plazo, como especies invasoras (ratas y gatos) que se alimentan de sus pichones, patógenos, parásitos y contaminación con metales pesados que afectan su salud, e interacción humana negativa causada por algunas redes de pesca a la deriva en donde quedan atrapados.

La continuación de la investigación a largo plazo de estas aves por parte de la CDF, contribuyen a un mejor entendimiento de sus estados actuales y dan pautas para apoyar acciones de conservación de esta especie, especialmente a través de decisiones que garanticen la conservación de esta especie endémica de Galápagos.

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¿Cómo se estudia el estado poblacional de estas aves?

El estado poblacional de fauna silvestre es un área de investigación muy antigua dentro de la biología de la conservación. Uno de los métodos utilizados para realizar este estudio con pingüinos en Galápagos, es el “monitoreo de poblaciones basado en el método de ‘captura- recaptura’.

En el caso del programa de monitoreo de aves marinas como el del pingüino de Galápagos Spheniscus mendiculus, liderado por el científico Gustavo Jiménez Uzcátegui, se ha llevado a cabo durante los últimos diez años.

En este estudio se buscan capturar y marcar pingüinos, durante dos temporadas en el año (seca y lluviosa). A cada individuo capturado se le coloca un microchip conocido también como un PIT tag (Pasive Integrated transporter).

A partir de ese momento y por períodos de años, se le puede dar seguimiento, cuando el individuo es recapturado. Entonces, se realiza el registro y así se evalúa el estado poblacional de la especie, al observar la cantidad de individuos nuevos que se marcan en cada temporada y la cantidad de individuos recapturados.

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Un componente adicional de la investigación se enfoca en el componente médico, clínico y ecológico, mismos que buscan entender sus amenazas como patógenos, parásitos y contaminantes.

Durante el monitoreo poblacional de pingüinos llevados a cabo desde el 2001 hasta el 2018, un total de 1 822 individuos han sido marcados, de los cuales 1 011 fueron recapturados. De ellos, los individuos de mayor edad que cuentan con 14, 13 y 12 años respectivamente, fueron capturados por primera vez cuando eran polluelos en el año 2004 y 2005.

Las aves marinas son un grupo de fauna que muestran cuidado parental. Se caracterizan por tener largos períodos de cuidado de los padres a sus crías. Adicionalmente, estas aves muestran también bajas tasas de reproducción, lo que, complementado con la alta longevidad de las mismas, se muestra como una estrategia reproductiva de gran importancia para garantizar su supervivencia.

Sus poblaciones en estado silvestre, que son bastante fluctuantes y reducidas, que se calcula que sean menos de 2 000 individuos, siguen siendo amenazadas por constantes amenazas que las colocan en serio riesgo de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“El conocer que la edad máxima a la que puede llegar el pingüino de Galápagos, se encuentra por encima de los 17 años, ayuda a los científicos, autoridades, usuarios de zonas de turismo a diseñar estrategias de conservación y garantizar su supervivencia”, señala la FCD. (I)