Fue uno de los momentos íconos de la historia mundial, cientos de ciudadanos rompiendo un muro que separaba a dos Alemania, le daban fin a la Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética. El Muro de Berlín se levantó desde 1961 y finalmente derribado el 9 de noviembre de 1989.

Ver cómo cientos de berlineses derribaban este muro divisorio avizoraba un futuro con menos conflictos y con más cooperación. Sin embargo, en Alemania aún hay divisiones, según reflejan varios medios internacionales.

Ecuador no fue la excepción en sentir los efectos de la caída del muro. Pese a tener una gran distancia geográfica con Alemania, el internacionalista Mauricio Gándara recuerda que fue una noticia que llenó de júbilo a parte de la población y desconcertó a aquellos que profesaban el comunismo en el país.  

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"Yo conozco a varios de los del Partido Comunista que buscaban una ubicación política sin el partido porque se fue al suelo todo el sueño que ellos podían tener porque el muro lo entendían ellos igual que la cortina de hierro era para que no penetren los occidentales, así se justificaban, cuando lo que nosotros sabíamos y quedó demostrado que era para que no se salga los del este", dijo. 

Roberto Becerra militó en una organización estudiantil de izquierda en la década del 80 y cuando cayó el muro recuerda que fue un duro golpe para los movimientos alineados con el pensamiento comunista. 

"Imagínese haber tenido durante años un referente como la URSS y el bloque socialista,  ver por la televisión imágenes tan impactantes de gente que se desbordaba por cruzar la frontera de Berlín y luego la caída en picada del resto de naciones que se llamaban socialistas, fue traumático". 

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A nivel político, Ecuador también se enfocó en gobiernos de tendencia de derecha. En el 89, Gándara dice que no hubo ninguna manifestación en contra de la caída del muro sino más bien la derecha se vio fortalecida lo que derivó a la elección de Sixto Durán-Ballén en 1992.

"El hecho es que se desorganizó la izquierda del Ecuador, dejó de ser la misma y sus partidiarios aquí en el Ecuador se desorganizaron, yo llegué a ver en esa época que había gente que había ido a apoyar a Sixto Durán-Ballén, la derecha salió mucho más fortaleza y ahora por abusar de eso están produciendo unas reacciones que estamos viendo en unos países vecinos", reseña el internacionalista.

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Por su parte, Becerra señala que hubo un periodo de transición para lograr adaptarse a las nuevas condiciones que se daban a nivel internacional. Sin embargo, rescata que la izquierda puedo realzarse con el surgimiento de varios movimientos para hacerle frente al neoliberalismo como fue la Conaie y Pachakutik.

"Aquí en Ecuador los distintos gobiernos desde el de Hurtado fueron aplicando con mas rigor el recetario del FMI y nuestra dependencia con los EE. UU. se fue haciendo más grande. En la década del 90 fue un momento duro por que la derecha económica y política parecía invencible", dijo Becerra.

Para Miguel Cantos, militante del Partido Comunista del Ecuador, "no solamente confluye el papel que tuvo en aquel momento la contrarrevolución sino también el debate y la crisis que se venía dando en toda la izquierda que no planteaba un solo camino de unidad". El artista plástico señala que tras esas experiencias de la izquierda ahora debe confluir en un solo proceso de unidad.

"No solamente en una unidad política u orgánica, sino también en una unidad ideológica, de entender de que el enemigo es el capitalismo. Entender que la experiencia de los gobiernos progresistas que hemos tenido es parte de aquella lucha, pero también hay que entender que no se pueden confundir los conceptos", indicó.

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Gándara por su parte señala que actualmente se han levantado muros dentro del Ecuador que derivaron las luchas y protestas sociales en octubre pasado, así como también hay otra barrera que busca frenar la circulación de las personas como es el muro de la frontera entre México y Estados Unidos.

"Es una pretensión de un resurgimiento de la izquierda porque hay una confusión absoluta de Latinoamérica porque los gobiernos de izquierda que estuvieron simbolizados en lo que conocemos el socialismo de siglo XXI todos fracasaron en la conducción económica con la excepción de Evo Morales que hay que reconocerle que tenía un presupuesto bien equilibrado, pero en cambio la gente tenía cierta comodidad porque como nos pasó en el Ecuador había mucho circulante hasta que se acabó", expresó.

Becerra señaló que la izquierda debe ofrecer respuestas nuevas o mejoradas a la sociedad ante las problemáticas que sigan vigentes en el mundo y que se han vuelto más visibles con la globalización. 

"Es necesario que la izquierda vaya siempre al ritmo de los tiempos, el problema del machismo, de la migración y del extractivismo tiene que estar en sus agendas, y por ese motivo debe tender puentes a los grupos o movimientos sociales que buscan solucionar esos problemas, la izquierda debe acercarse, buscar, ser receptiva a esas nuevas realidades como el papel de la mujer y sus nuevos roles en la sociedad, la crisis ambiental y como enfrentarla, superar muchos prejuicios, ese es el desafío", dijo. (I)