La Asamblea Nacional aprobó con 79 votos la denuncia del Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se creó en el 2008, donde Ecuador anualmente aportaba con $400 mil, y construyó un edificio que costó alrededor de $40 millones. 

En contra de la denuncia votó el bloque autodenominado de la Revolución Ciudadana, parte de Alianza PAIS. 

Con lo resuelto, concluye el procedimiento legal para la separación de Ecuador de la Unasur. Lo que resta es que la Cancillería ecuatoriana notifique a la Unasur, de la resolución. Esa fase se llama depósito.

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La comisión de Relaciones Internacionales, presidida por Fernando Flores (CREO), señala que la Unasur nació con una gran debilidad, ya que ese foro se conformó como un proceso liderado por los gobiernos y no como un proyecto de estados.

Que es evidente que no se ha cumplido el objeto del Tratado, cuya finalidad era construir de manera participativa y consensuada, un espacio de integración y unión en diferentes dimensiones.

El Ecuador dejará de pertenecer a la UNASUR, según las resolución que tomó la @AsambleaEcuador con 79 votos, con lo cual denuncia al tratado constitutivo de ese organismo regional. @eluniversocom pic.twitter.com/I8z4fz117j

Que hasta la presente fecha, los países de Colombia (31 de agosto de 2018), Brasil (17 de abril de 2019), Paraguay (11 de abril de 2019), Argentina (17 de abril de 2019), Perú (28 de mayo de 2019), Chile (11 de junio de 2019); y, finalmente Ecuador (19 de marzo de 2019), han denunciado el Tratado Constitutivo de la UNASUR, con lo cual se evidencia que de 12 países que suscribieron el acuerdo ya existen 7 denuncias y tan solo 5 países aún continúan dentro del Tratado, por lo que no se puede hablar de Integración Latinoamericana.

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La Unión de Naciones Suramericanas mantuvo una estructura institucional y estuvo conformada por 12 consejos ministeriales, donde su gestión era supeditada a los intereses de los gobiernos de turno en los países miembros, dejando de lado su afán integrador.

Los comisionados señalaron en su informe que es oportuno mencionar que es inviable continuar en este organismo, ya que las causas de la parálisis de la Unasur se encuentran en las diferencias políticas, la burocracia y el esquema rígido, lo que impide a los países nombrar a un sucesor.

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El asambleísta Fabricio Villamar (CREO), ponente del informe, manifestó que en la práctica el Ecuador no se beneficia en nada de este organismo. 

El legislador hizo un llamado al pleno para que también se pronuncie qué hacer con los bienes inmuebles que al momento permanecen en Quito.

A respecto, la legisladora Gabriela Rivadeneira (RC) advirtió que se deberá aplicar una cláusula del Tratado, sobre la reversión del edificio al Consejo Provincial de Pichincha, donde su Prefecta es Paola Pabón (RC). 

Dijo que al denunciar el Tratado, el Ecuador renuncia a la posibilidad de posesionarse como polo del mundo multipolar y de ser la capital sudamericana. Antes de la votación planteó que se invite a comparecer al presidente de la Junta Parroquial de San Antonio (Mitad del Mundo), donde se encuentra el edificio de Unasur; y del exsecretario de ese organismo, Ernesto Samper. 

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Unasur al momento enfrenta una deuda de $20 millones de los países miembros, y solo Ecuador adeuda $336.669, alertó César Carrión (CREO), quien dijo que el Ecuador debe dejar ese organismo, que se convirtió en la unión de ideologías del socialismo del siglo XXI.

Silvia Salgado (PSE) destacó la que salida no es eliminar a la Unasur, sino fortalecer a los organismos regionales. Destacó que en el programa de gobierno de Lenín Moreno, no consta la eliminación de la Unasur. 

El presidente Lenín Moreno informó el 13 de marzo pasado la decisión de abandonar ese organismo al que Ecuador adhirió durante la presidencia de Rafael Correa, a instancias del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. (I)