El páramo ecuatoriano es un ecosistema alpino intertropical encontrado entre 3400 a 5000 metros sobre el nivel del mar. 

Estas áreas, por su aislamiento e irregularidad, se caracteriza por tener una biodiversidad y endemismo sin igual, pero tiene un clima frío, vientos azotadores, y arbustos bajos.

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A pesar de estas duras condiciones, existen tres especies de colibríes que prosperan en el páramo, como los que pertenecen al género Oreotrochilus.

Las aves de género son nativos de los Andes de Sudamérica. Estas aves miden aproximadamente 13 centímetros y tienen dimorfismo sexual, es decir que el macho y la hembra tienen una fisionomía claramente diferente, según un boletín de la Fundación Jocotoco.

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En Ecuador se encuentran 3 especies de este tipo: Estrella Ecuatoriana (Oreotrochilus chimborazo), Colibrí de Stolzmanni (Oreotrochilus stolzmanni), y la recientemente descubierta Estrella de Garganta Azul (Oreotrochilus cyanolaemus).

Estrella Ecuatoriana (Oreotrochilus chimborazo) mide aproximadamente 13 centímetros. Foto: Cortesía Michael Moens

Este curioso fenómeno llama la atención pues pequeñas aves con alto metabolismo (hasta 1200 latidos de corazón por minuto), que aparentemente tendrían dificultad en habitar en los altos páramos, se han adaptado a este ecosistema y también ayudan a mantenerlo.

Estas aves tienen patas más largas que otros colibríes para agarrarse de las de la chuquiragua (Chuquiraga jussieui) y resistir el viento.

La chuquiragua es una planta con flor anaranjada, la cual es el principal alimento de estos colibríes. Estas aves son polinizadoras y ayudan a la reproducción de la chuquiragua (planta en estado vulnerable), por eso tienen un rol importante en el páramo.

La Estrella de Garganta Azul, especie que fue descubierta hace 2 años apenas, ya está en Peligro Crítico de Extinción con menos de 400 individuos en el mundo. Foto: Cortesía Roger Ahlman

A pesar de que la Estrella Ecuatoriana y el Colibrí de Stolzmanni no se encuentren amenazados, la existencia de la flor de chuquiragua en los páramos puede tener un impacto en la supervivencia de estas especies.

Pues dicha flor y los páramos están constantemente amenazados. Aún más preocupante, la Estrella de Garganta Azul, especie que fue descubierta hace 2 años apenas, ya está en Peligro Crítico de Extinción con menos de 400 individuos en el mundo.

"Por ese motivo, el cuidado del ecosistema de los páramos es vital para todos los seres vivientes, animales, plantas y personas. Pues aquí habitan colibríes del género Oreotrochilus... Además, se protegen plantas que alimentan a estas aves, y se garantiza la calidad del agua que es usada por toda la comunidad", señala Jocotoco. (I)