“Líder” de una “bien estructurada organización delictiva” dedicada a recibir dineros a cambio de la adjudicación de contratos con el Estado. Así calificó ayer la fiscal general, Diana Salazar, al expresidente Rafael Correa, poco antes de solicitar su vinculación al caso Sobornos 2012-2016, pedir su prisión preventiva, definirlo como autor principal de los delitos investigados y solicitar que se oficie a Interpol para que lo capturen.