“Dónde están las pruebas de que yo he hecho algo de lo que ellos me están acusando”. Es la pregunta que se repite el ciudadano sueco Ola Bini en una celda del Centro de Detención Provisional (CDP) en Quito. Sobre él pesa desde el 13 de abril del 2019 una orden de prisión preventiva y una instrucción fiscal por el supuesto delito de ataque a la integridad de sistemas informáticos.