Son conocidos por su trayectoria en activismo social, la dirigencia gremial o el desempeño en cargos públicos, pero también por enfrentarse al gobierno correísta que incluso los llevó a la cárcel. Hoy, dos pasaron de ser perseguidos políticos a autoridades electas por voto popular y otros, aunque no lograron llegar, dicen que continuarán en su lucha y la vigilancia permanente de las nuevas autoridades.

Entre los ganadores están el exasambleísta Cléver Jiménez, que logró la Prefectura de Zamora Chinchipe por alianza de varios grupos políticos; y Yaku Pérez, líder de Ecuarunari, que captó la Prefectura de Azuay.

Pérez participó en marchas contra el régimen de Rafael Correa en el 2015, fue agredido. Estuvo preso en el 2013, una semana, por interrupción de servicios públicos. Y Jiménez fue procesado por supuestamente divulgar información reservada, tuvo que usar un grillete electrónico; lo declararon inocente. También estuvo prófugo, junto a Carlos Figueroa, al ser sentenciado por supuestas injurias contra Correa.

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No tuvieron éxito en estas seccionales Mery Zamora, exdirigente de la Unión Nacional de Educadores; Galo Lara, que está libre bajo la figura de prelibertad; y la exlegisladora Lourdes Tibán.

Para el analista Santiago Basabe, los resultados responden a dinámicas diferentes, por lo que no se puede decir que exista un mismo patrón de comportamiento en el electorado.

Considera que en los casos de Pérez y Jiménez no solo ganaron por la persecución de Correa, sino también porque fueron figuras políticas que “generaron su propio capital”. Pérez llega en Azuay también por su trayectoria y el respaldo del movimiento Pachakutik, mientras que Jiménez fue asambleísta y cobró notoriedad con la persecución.

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En el caso de los que no ganaron, Basabe cree que estos resultados podrían responder a la búsqueda de la ciudadanía de una cierta renovación de actores políticos en algunos cantones.

Cléver Jiménez comenta que la figura de perseguido político del correísmo sumó a su triunfo porque se han enfrentado a un poder económico y político.

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Mery Zamora dice que cada proceso electoral deja una experiencia. “Planteamos una propuesta de cambio para Portoviejo, pero seguimos enfrentando a toda una serie de maquinaria electoral donde invierten miles de recursos que contrastan con el abandono”.

En tanto, Lara cuenta que sus expectativas estaban basadas en las mediciones provinciales, por lo que no se explica que los candidatos que no hicieron campaña terminen siendo autoridades electas. “La voluntad popular se la gana, no se la roba”, enfatiza . (I)

Si nosotros no hubiésemos tenido esa imagen dura y fuerte posiblemente hoy fueron otros los resultados”. Cléver Jiménez, prefecto electo de Zamora Chinchipe