Una jornada de "piquetes" de protesta por la liberación de presos políticos en Nicaragua transcurrió este sábado sin incidentes pese a una advertencia de la policía que no iba a permitir "ninguna actividad", según organizadores.

"Fue una jornada exitosa y es una muestra que no somos pocos los que estamos reclamando, es la población que quiere cambios en el país", dijo a la AFP la portavoz de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Silvia Gutiérrez.

Según un reporte preliminar de la coalición de las actividades en varias ciudades del interior y la capital, no se produjeron incidentes, pese a que la policía desplegó a antimotines en Managua y otras ciudades.

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La Policía advirtió en un comunicado que no iba a permitir "ninguna actividad" que altere el orden público ante la convocatoria de la UNAB a hacer "piquetes" de protesta.

Los "piquetes express" son una forma de protesta rápida que no necesitan grandes grupos y sus promotores pueden ocupar cualquier espacio para evitar ser capturados por la policía.

Las expresiones de protesta incluyeron acciones como el lanzamiento de globos azul y blanco, el ondear de la bandera de Nicaragua, el bloqueo de vías o la colocación de calcomanías con mensajes por la liberación de las personas detenidas por protestar contra el gobierno de Daniel Ortega.

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El hecho de mayor tensión fue la protesta en un centro comercial en la capital, donde decenas de personas se manifestaron y desafiaron a antimotines que rodeaban el local, gritándoles "asesinos", pero no hubo incidentes .

La Policía declaró ilegales las manifestaciones en septiembre y desde entonces impide cualquier expresión de protesta.

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La movilización ocurrió una semana después de que la policía reprimió una marcha opositora y arrestó a más de un centenar de manifestantes, que liberó horas después.

La UNAB es una coalición de más de 40 agrupaciones sociales y políticas, entre ellas la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), que sostiene negociaciones con el gobierno para resolver la crisis que vive el país desde hace 11 meses.

El gobierno y la ACJD acordaron el miércoles pasado liberar a todos los detenidos en las protestas en un máximo de 90 días, lo que ha provocado malestar entre familiares y sectores de oposición, que consideran "excesivo" ese lapso y demandan la pronta salida de los presos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dicho que hay 647 detenidos por las protestas, mientras la oposición señala que son 807 y el gobierno reconoce 350.

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El proceso para la liberación de los detenidos comenzará cuando negociadores concilien esas tres listas.

Las protestas antigubernamentales comenzaron en abril del año pasado contra una reforma de la seguridad social, pero al ser reprimidas se transformaron en una demanda para la renuncia del presidente Daniel Ortega, acusado por sus adversarios de actos de corrupción y de instaurar una "dictadura". (I)