La jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, dijo el miércoles que las fuerzas de seguridad venezolanas, respaldadas por milicias progubernamentales, han reprimido la disidencia pacífica con uso excesivo de la fuerza, muertes y torturas que han sido documentadas por su oficina .

En una comparecencia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Bachelet también expresó su preocupación porque las recientes sanciones de Estados Unidos a las transferencias financieras vinculadas a la venta de petróleo venezolano "puedan contribuir a agravar la crisis económica".

Durante el cuadragésimo periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Bachelet además admitió, en la presentación del informe oral sobre Venezuela, preocupación por el impacto de la crisis en los derechos humanos y la "reducción del espacio democrático" ante la "criminalización" continua de las protestas y la disidencia.

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El pronunciamiento de la expresidenta chilena coincide con una visita al país de dos semanas que inició el 11 de marzo una misión técnica de la organización para elaborar un informe que sirva de base para un posible viaje de Bachelet a Caracas.

La visita de la misión, para la que Bachelet pidió acceso sin obstáculos y ningún tipo de represalias para los que hablen con los comisionados, ha generado gran expectativa y reacciones favorables entre los activistas que han advertido que si las autoridades no le permite hablar libremente con las víctimas de violaciones de derechos humanos y presos políticos será una "visita turística".

En su informe Bachelet indicó que el alcance y la gravedad de las crisis en los alimentos, la atención de la salud y los servicios básicos "no han sido plenamente reconocidos por las autoridades", por lo que las medidas que han adoptado han sido "insuficientes".

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En medio del complejo contexto, Venezuela enfrentó la semana pasada un apagón nacional de cuatro días, que según la alta comisionada ha “exacerbado” la situación reduciendo aún más el acceso de las personas a los alimentos, agua y medicamentos, y ha afectado gravemente a los hospitales.

El gobierno de Nicolás Maduro ha alegado que las sanciones que viene aplicando Washington a Venezuela desde 2017 han desatado la profunda crisis económica y social, pero analistas sostienen que la inflación, la escasez de bienes básicos y la recesión se arrastran desde hace más de cuatro años como consecuencias las distorsiones generadas por las políticas estatales de controles.

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A inicios de año el Departamento del Tesoro estadounidense impuso sanciones a la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), principal generadora de divisas del país, elevando la presión sobre el gobierno de Maduro. La alta comisionada alertó en su informe que estas recientes sanciones puedan contribuir a agravar la crisis económica.

Violación a derechos humanos

Como muestra del deterioro de las condiciones de vida de la población, Bachelet citó una reciente encuesta que reveló que más de un millón de niños ya no asisten a la escuela, principalmente debido al hecho de que los padres no pueden darles el desayuno, el fracaso de los programas de alimentación de las escuelas y la falta de transporte público asequible. Asimismo, refirió que el deterioro del sistema de salud ha generado un impacto muy significativo en la mortalidad y morbilidad materna y en la mortalidad infantil, así como la propagación de enfermedades infecciosas que anteriormente estaban bajo control.

La alta comisionada indicó que su oficina documentó numerosas violaciones de derechos humanos tales como uso excesivo de la fuerza, homicidios, detenciones arbitrarias, malos tratos bajo custodia, torturas, intimidaciones, cometidos por las fuerzas de seguridad y grupos armados progubernamentales, conocidos como "colectivos", durante la última ola de protestas antigubernamentales que se dio en los dos primeros meses del año.

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Las autoridades venezolanas no han reconocido el alcance y la gravedad de la crisis sanitaria y alimentaria que ha llevado a más de 3 millones de venezolanos a huir al extranjero y han adoptado medidas "insuficientes", dijo en el foro de Ginebra. (I)