La conferencia intergubernamental sobre el Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas debatía en Marrakech (Marruecos) las medidas para favorecer la cooperación entre los países firmantes del texto, que ha encontrado una violenta oposición de los soberanistas, los nacionalistas y los partidarios del cierre de fronteras.

El pasado lunes, 164 de los 193 países miembros de Naciones Unidas (ONU) adoptaron el texto, cuyo objetivo es reforzar la cooperación internacional para una “migración segura, ordenada y regular”.

Brasil se sumó a la decisión de otros países y anunció que se retirará del pacto cuando empiece el mandato del presidente Jair Bolsonaro, el 1 de enero.

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La conferencia de Marrakech tenía que ser una etapa puramente formal en el proceso, pero, como la cuestión desata pasiones, unos 15 países anunciaron su retirada.

El acuerdo deberá ser sometido todavía a una última votación de ratificación el 19 de diciembre en la Asamblea General de Naciones Unidas.

Con un récord de 21,3 millones de refugiados a nivel global, la ONU comenzó a trabajar en un acuerdo no vinculante después de que más de un millón de personas llegaron a Europa en 2015, muchas de ellas huyendo de la guerra civil en Siria y de la pobreza en África.

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El acuerdo, que aborda temas tales como la protección de los migrantes, su integración y su envío a sus respectivos países, ha sido criticado por políticos europeos mayormente de derecha, que dicen que podría incrementar la inmigración.

Diez países, la mayoría de Europa del este, han anunciado que se retirarán del pacto. Chile anunció el fin de semana que hará lo mismo, lo que lamentó la expresidenta chilena y Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet.

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La canciller Angela Merkel, acusada por los críticos de empeorar la crisis de refugiados al abrir las fronteras de Alemania en 2015, dijo que la cooperación era la única respuesta para abordar los problemas del mundo. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exhortó a no “sucumbir al miedo”, y dijo que las naciones desarrolladas necesitan la migración.

EE.UU. abandonó las negociaciones el pasado diciembre, siete meses antes de que Hungría hiciera lo propio. Luego se sumaron República Dominicana, Australia, Israel, Polonia, Eslovaquia, República Checa, Austria, Suiza, Bulgaria, Bélgica, Letonia e Italia. (I)