Para la estadía de Julian Assange durante estos seis años, la Embajada de Ecuador en Londres ha destinado tres espacios de manera formal para ser usados como dormitorio, oficina y baño que, por las condiciones de las instalaciones, no están juntos lo cual hace que el asilado deba transitar constantemente entre las oficinas que ocupan los funcionarios.

Además, de la información que ha llegado al procurador general del Estado, Íñigo Salvador, Assange ocupaba “casi en exclusiva” la sala de reuniones y la de espera, pues todo el tiempo estaba con gente.

Esta es una de las razones por las que el Estado ecuatoriano implementó el Protocolo Especial de Visitas, Comunicaciones y Atención Médica, para la estadía de Assange en la embajada, y con el que se busca “una relación armónica entre los funcionarios públicos y el asilado”, según Procuraduría.

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Además, el pasillo de la Embajada, que es paso obligado desde el dormitorio de Assange hasta su oficina y también hasta su ducha particular, también era ocupado para jugar fútbol y deslizarse con su patineta.

A la altura de este pasillo también funcionan las oficinas de la secretaría del embajador, las oficinas administrativas, el monitoreo de seguridad y la oficina del personal auxiliar.

“El señor Assange para poder ir a su oficina o para poder ir a la ducha tiene que atravesar toda la embajada, sale (de su dormitorio), entra a la sala de espera, entra al corredor (pasillo) y entra a su oficina y a la ducha. Está permanentemente transitando. Es obvio que haya unas medidas fundamentales para eso”, expresó Salvador.

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Las adecuaciones de las instalaciones para la estadía de Assange están incluidas en los $ 6 millones que, en estos seis años, el Estado ha gastado por el asilo, aunque la mayor parte se habría destinado al dispositivo de seguridad que rodea a la sede.

Entre otras cosas, el Protocolo prohíbe a Assange realizar pronunciamientos políticos y ejecutar actividades que pudieran ser consideradas como de interferencia en los asuntos internos de otros estados, “o que puedan causar perjuicio a las buenas relaciones de Ecuador con cualquier Estado”.

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En cuanto a visitas, la embajada puede aprobar o negar el ingreso de cualquier persona sin dar ninguna explicación al asilado, solo podrá recibir tres visitas al mismo tiempo y toda persona ajena a la embajada o al Gobierno ecuatoriano deberá solicitar una autorización por escrito al embajador al menos tres días antes.

El Protocolo está en vigencia, pues la justicia ecuatoriana negó la acción de protección interpuesta por Assange para dejar insubsistente las reglas que, a criterio de su defensa, violaban sus derechos. (I)

$ 1
MILLÓN

por año, durante seis años, son los gastos de Ecuador para la estadía de Julian Assange en la embajada.