La funcionaria de Petroamazonas EP explica cuáles fueron los hallazgos en pasivos ambientales.

¿Qué es Amazonía Viva y para qué se creó?
Es un proyecto para tratar los pasivos heredados de CEPE y Petroproducción, incluidos los de Texaco. En 2014, el Ministerio del Ambiente trabajó en un inventario en el que verificó que hubo 2.500 fuentes de contaminación en toda la Amazonía de estas áreas heredadas. Todas ellas equivalen a 5,3 millones de metros cúbicos de suelo por remediar. Nacimos con el objetivo de limpiar, eliminar, remediar, rehabilitar y entregar un área libre de contaminación. Pero ese mismo año, la Procuraduría pide que se preserve como evidencia una lista de pasivos relacionados con el caso Texaco. Ahora solo intervenimos en 1.289 focos.

¿No se puede hacer algo para remediar esos focos?
Antes de esta disposición del 2014, el Estado sí intervenía en fuentes de Texaco. El Estado atendía el daño aunque luego tuviera que replicar la responsabilidad. Texaco lo interpretó como que lo hacíamos porque éramos los responsables. Por ello intervino la Procuraduría. Hemos constatado afectación fuerte en cuerpos hídricos, en casas. Pero desde el 2014 no hemos tocado nada de Texaco.

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¿Cuál ha sido la labor entonces?
Nos hemos fortalecido en desarrollar tecnologías propias, para una realidad específica, y con resultados halagadores. Contamos con un centro de investigaciones en Sacha. En estos cuatro años hemos remediado 805 fuentes de contaminación en siete bloques: Cuyabeno, Libertador, Shushufindi, Auca, Bermejo, Sacha y Lago Agrio. Se han recuperado 1,13 millones de metros cúbicos de suelo. Recuperamos 36.875 barriles en el suelo y lo devolvimos a la empresa. (I)