En su afán por llevar su mensaje de que había terminado la “larga noche neoliberal” en Ecuador, por buscar nuevos mercados o para presentar su libro, Rafael Correa recorrió miles de kilómetros en sus diez años en el poder.

Un solo avión no fue suficiente. Luego de que en 2008 se compró el Legacy 600, de la brasileña Embraer, en $ 28 millones; en 2013, se adquirió el jet francés Dassault Falcon 7X, con capacidad para atravesar el Atlántico sin escalas, en $ 50 millones. El primero fue registrado con la matrícula FAE051 y el segundo, con la FAE052, aunque según los protocolos formales cuando viaja el primer mandatario el vuelo se registra como FAE001 (y si es el vicepresidente, como FAE002).

Entre el vuelo inaugural del Legacy 600 a Salvador de Bahía (Brasil), para una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en 2008, y el 24 de mayo de 2017, cuando Correa dejó el poder, los aviones presidenciales realizaron más de 300 viajes a unos 84 destinos distintos. Aterrizaron en Caracas, Madrid, Milán, Doha (Catar), Nueva York, Wilmington (Delaware, EE.UU.)...

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Los datos corresponden a un cruce de información entre los registros de la Dirección de Aviación Civil (DAC), los decretos ejecutivos sobre los viajes oficiales y los reportes de la Cancillería y del Ministerio de Economía. Con ese respaldo documental se identificaron 344 desplazamientos.

Desde el 23 de abril pasado, EL UNIVERSO pidió a diferentes instituciones del Estado la información sobre los aviones presidenciales, sus rutas y pasajeros, pero el único organismo que respondió los recursos de acceso de la Ley Orgánica de Transparencia e Información Pública (Lotaip) fue la DAC.

El Ministerio del Interior, la Presidencia de la República, el Ministerio de Defensa y el Grupo Aéreo de Transporte Especial (GTAE, que maneja las aeronaves) no entregaron la información solicitada, pese al intercambio de comunicaciones.

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De los 344 vuelos, el entonces presidente se embarcó en 108 ocasiones; a veces con varios destinos, sobre todo a Europa.

Lenín Moreno y Jorge Glas, en su calidad de vicepresidentes de la República, visitaron unas 44 ciudades. Fernando Cordero (AP), como titular de la Asamblea, hizo un viaje en un avión oficial; en tanto que el canciller y funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas, 24.

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De acuerdo con la información analizada, hasta el 24 de mayo de 2017, los aviones presidenciales permanecieron en el exterior cerca de 730 días, casi dos años.

Los datos de la DAC también revelan que 185 viajes –es decir, vuelos de ida y vuelta– no fueron identificados en los decretos presidenciales ni en los informes ministeriales.

Sin embargo, este Diario verificó que la información de la Aviación Civil, en la que consta la entrada y salida del país de las aeronaves, con sus respectivas fechas, horas y aeropuertos, es incompleta y presenta inconsistencias con el resto de documentos públicos; entre otros motivos, porque los viajes de las autoridades no siempre fueron reportados.

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Por ejemplo, a pesar de que existe un decreto ejecutivo firmado sobre la conformación de la comitiva de funcionarios que acompañan a Correa en un viaje oficial, ese vuelo no aparece en los registros de la DAC o las fechas no coinciden.

 

Lo mismo ocurre con los informes ministeriales que hablan del uso del avión presidencial para 16 viajes internacionales. Esos desplazamientos tampoco constan en los reportes.

Los archivos de la DAC muestran que el número de los vuelos de salida no coincide con los vuelos de llegada.

Por otro lado, existen desplazamientos del avión solo para dejar al funcionario en su lugar de destino y luego otro viaje para ir a recogerlo al término de su misión oficial. Esto ocurrió para traslados de Rafael Correa, Lenín Moreno y funcionarios del Ministerio de Economía.

“Toda mi vida he viajado con una mochila al hombro, lo cual no me importa, pero como jefe del Estado, uno tiene que estar descansado y trasladarse dignamente, representando bien al país”, aseguró Correa en el 2007 al justificar la compra del Legacy 600. “Debemos entender que esto no es un gasto suntuario”, agregó.

En julio de este año, la Contraloría del Estado anunció un examen especial al uso de los dos aviones presidenciales en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2012 y el 24 de mayo de 2017.

El objetivo será determinar el número de viajes nacionales e internacionales, las fechas en que se realizaron, los destinos, las horas de vuelo, la tripulación, la lista de pasajeros, los objetivos de desplazamientos y los costos para el Estado.

El organismo de control señaló que los resultados de la auditoría estarán listos en 90 días laborables. Varios asambleístas pidieron extender la revisión al régimen de Lenín Moreno. (I)