Desde que Rafael Correa asumió la Presidencia de la República, en el 2007, hasta que entregó el mandato, en el 2017, los procesos legales lo han acompañado en todo tiempo, y con ellos un grupo de abogados. Durante el ejercicio de su mandato estuvieron Gutemberg y Alembert Vera (padre e hijo) y Caupolicán Ochoa, entre otros pocos mediáticos.

De esa ‘vieja guardia’ de sus abogados, actualmente solo Ochoa lo acompaña. Alexis Mera, quien fue secretario jurídico en la Presidencia, pasó a convertirse en otro de los abogados personales de Correa.

Ochoa es el líder del equipo técnico que conforma la defensa jurídica del expresidente en el caso del secuestro del activista político Fernando Balda. Aparte de Mera, también lo integran Luis Fernando Molina y Fausto Jarrín.

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Molina sostiene que el equipo de juristas es multidisciplinario y que se ha distribuido de tal forma que pueda estar en todas las diligencias del proceso. “En la etapa de instrucción fiscal, la serie de diligencias hace que algunas coincidan con otras, entonces la defensa técnica se ha distribuido en aquello y se tiene una vocería oficial en Guayaquil como el doctor Vanegas como un asesor legal externo dentro de la defensa del expresidente Rafael Correa”, indica Molina.

Se refiere a Alejandro Vanegas, quien actúa como consultor legal y como vocero las veces que Correa se lo solicita. No participa de las diligencias del caso Balda, pero sus opiniones y argumentos a favor del exmandatario son permanentes en redes sociales como Twitter. “Lo que hago es explicar mis opiniones, pero yo no estoy como abogado... Supongamos que la Corte Nacional resuelve ordenar la extradición del expresidente de la República… lo que yo hago, en mérito de lo que estoy contratado como profesional, es explicar en qué consiste la extradición”, dice Vanegas.

A diferencia de Caupolicán Ochoa y su equipo, Vanegas sí mantiene contacto con los abogados de Correa en el exterior. En Bélgica, el expresidente es patrocinado por Christophe Marchand, uno de los abogados más reconocidos en ese país, formó parte de la defensa del expresidente de Cataluña (España), Carles Puigdemont.

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Recientemente apareció en escena otro defensor de Correa: el ecuatoriano Oswaldo Ruiz Chiriboga, quien, al parecer, reside en Hungría, y por pedido del expresidente acudirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para solicitar medidas de protección a su favor.

“En mi caso sí conozco cómo se están desarrollando los contenidos jurídicos…”, asegura Vanegas, quien se prepara para intervenir ante los medios luego de la audiencia del próximo 31 de julio, en que se conocerá el dictamen fiscal y si Correa será llamado a juicio o no.

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Sobre honorarios de los siete abogados no se conoce. Molina dice que eso es un asunto privado y “respecto de eso no vamos a emitir criterios”. (I)

Cambio de medida
Hoy será la audiencia para resolver la apelación que presentó Rafael Correa a la orden de prisión preventiva dictada en su contra el 3 de julio, tras no presentarse a la Corte Nacional como estableció la jueza Daniella Camacho al vincularlo al caso del secuestro de Fernando Balda, en 2012.

Correa se presentó en la embajada de Ecuador en Bélgica, donde reside. Su principal argumento es que la orden de prisión preventiva es desproporcional. Su defensa dice que él ha mostrado la predisposición de comparecer y aportar a la investigación si no se vulneran sus derechos y en la medida en que su domicilio está en Bélgica. Solicitarán medidas alternativas.