Una franja de tierra húmeda se descubría en los alrededores del islote El Palmar. La marea estaba baja, cerca de las 13:00 del último viernes de junio, dejando ver la magnitud de ese islote de 16 hectáreas, que parece crecer cada vez más.

Esa mancha de sedimentos se extendía en la parte norte y sur del islote. Como si formara un camino que se dirige a La Puntilla y, por el otro lado, hacia Guayaquil.

Aquel escenario es visible desde lo alto del cerro Santa Ana. Y quienes pasan por esa zona saben que esa acumulación de sedimentos genera un problema para la navegación en horas de marea baja.

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Cincuenta años sin dragar han dejado tanto sedimento, que en el dragado que se pretende ejecutar se proyecta extraer 4,10 millones de metros de material acumulado.

La Prefectura del Guayas, que contrató al Servicio de Dragas de la Armada para esos trabajos, indicó que la draga que retirará los sedimentos llegará a fines de este mes.

Se trata de una draga cortadora mediana de 300 toneladas de peso construida en Holanda por la empresa Royal IHC.

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Y mientras se espera la llegada de este aparato, el prefecto Jimmy Jairala volvió a enviar al presidente una propuesta de Decreto Ejecutivo para crear una Comisión Interinstitucional para trabajar en la prevención de la sedimentación en el río Guayas.

“No todo el sedimento, ni el 10%, lo genera la provincia del Guayas, sino que somos depositarios del sedimento de otras provincias. Entonces, es justo que haya otras entidades como los GAD del Guayas, Manabí, la AME, ministerios como el del Ambiente, Obras Públicas, Agricultura, que se sumen”, dijo días atrás.

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Con una comisión operativa y con recursos, Jairala consideró que se podrá identificar los puntos de la cuenca del Guayas en la que se genera la gran cantidad de sedimentos.

La postura de la Prefectura es que si bien el dragado mejorará la navegabilidad, se deberá realizar un mantenimiento permanente y adoptar acciones para evitar que en poco tiempo haya una nueva acumulación de sedimentos.

Los riesgos de no dragar podrían generar que el islote El Palmar siga creciendo y se una con La Puntilla, obstaculizando el drenaje natural del río Daule, que alimenta al Guayas. Solo la unión de los dos extremos provocaría un desequilibrio y la erosión de la orilla del río Guayas, lo que genera riesgos de inundación. (I)

Riesgos
Inundaciones

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Dragado
Si no se draga la zona del islote y se adoptan acciones para prevenir la acumulación de sedimentos, hay riesgo de inundaciones de unas 60 mil hectáreas en las riberas de los ríos Daule y Babahoyo, en los cantones de Daule, Nobol, Salitre y Samborondón.