La discusión sobre los subsidios no es nueva y, sin embargo, no ha perdido vigencia. Y en el gobierno de Lenín Moreno no es una excepción: estas ayudas entraron a análisis en el gabinete, que deberá decidir un plan para “volverlos eficientes”, según confirmó a este Diario un alto funcionario de Carondelet.

De acuerdo con la proforma presupuestaria presentada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), este año están previstos $ 3.470,2 millones en subvenciones, un monto que si bien representa menos del 4% del PIB, también equivale a más de la mitad del déficit presupuestario.

Las subvenciones se concentran en seis sectores: combustibles ($ 1.707,1 millones), seguridad social ($ 838,3 millones), desarrollo ($ 815,6 millones), vivienda ($ 48,7 millones), agua no potable ($ 37,7 millones) y agricultura ($ 22,8 millones).

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En términos contables, lo que busca el equipo de Moreno es ahorrar y reasignar fondos. Sus ideas: eliminar parcialmente ciertos subsidios, priorizarlos, reasignarlos y focalizarlos. Pero esas ideas chocan con el costo social y político, igual que en los tiempos de Rafael Correa, Lucio Gutiérrez, Gustavo Noboa y otros.

El 29 de enero pasado, el entonces ministro de Economía Carlos de la Torre salió a la prensa a “desmentir rumores e información falsa sobre la eliminación de los subsidios”. Un mes más tarde, su colega de la cartera de Electricidad, Elsy Parodi, confirmó que se evaluaba el subsidio al gas. Los dos fueron reemplazados.

Ahora las declaraciones públicas sobre subsidios son ambiguas. El jueves pasado, la nueva titular del MEF, María Elsa Viteri, en su primera intervención, señaló, por un lado, que “siempre he dicho que cada uno... puede hacerse cargo del costo real de lo que consume”, al tiempo que, por el otro, matizaba: “también creo que..., evidentemente el Estado tiene que proporcionar un nivel o un mínimo grado de bienestar”.

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Comentó que “los subsidios no deben de ser entregados abiertamente” y que, “por el momento, hay que ser muy cautelosos” en su revisión.

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Una fuente gubernamental le contó a este Diario que, por ejemplo, se ha hablado de eliminar la subvención en el cilindro de gas de 15 kilos, pero sostenerlo en bombonas más pequeñas para desincentivar su uso comercial. No hay definiciones aún.

16 subsidios en Presupuesto

Según la información del MEF, si bien al gas se destinarán $ 380 millones en este año, existen otros tres subsidios más costosos: al diésel ($ 899,3 millones), al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas ($ 496,4 millones) y a los bonos de desarrollo social ($ 383,1 millones). En total, son 16 subsidios contemplados en el Presupuesto General del 2018.

Para Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, los montos deben ser revisados “siempre y cuando se inserten en un plan económico transparente, sostenible y coherente”. De lo contrario, señaló, existe el riesgo de aumentar “un dispendio clientelar” o dejar sin protección a grupos vulnerables.

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Le llama la atención que si bien la proforma registró esas ayudas, existen otros que no fueron incluidos. Un caso es el proyecto Casa para Todos que no tiene asignación presupuestaria, pero que solo en este año costará $ 1.100 millones y contará con subvenciones canalizadas a través de BanEcuador y el Banco de Desarrollo.

El plan –oferta de campaña– es levantar en cuatro años 325.000 nuevas viviendas en todo el país; de las cuales 191.000 serán gratuitas.

Viteri anunció que el plan económico de Moreno –postergado varias veces– se presentará a fines de marzo. (I)

Subsidios
Proformas 2017 Y 2018

El que más bajó
En el 2017 se contabilizaron $ 450,2 millones para la importación de nafta (para las gasolinas); sin embargo, para este año el presupuesto de ese rubro bajó a $ 258,9 millones.

El que más subió
En el 2017 la subvención para el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISSFA) fue de $ 131,8 millones; para el 2018 la suma se multiplicó hasta llegar a $ 496,4 millones.