Lleva el dinero envuelto y escondido entre el brasier y una parte del busto. Lo saca solo cuando va a pagar lo que compra. Es la estrategia que emplea Alexandra Morocho, de 47 años, para evitar llamar la atención de los delincuentes en estos días de compras en zonas concurridas de Guayaquil como la Bahía y los malls.