Unas dos horas ha usado el presidente Lenín Moreno para dirigirse a los ecuatorianos, en total 121 minutos, en las 25 cadenas denominadas ‘El Gobierno Informa’, en el primer semestre de su gestión.

Este espacio –que proyecta un resumen de la gestión del Gobierno y un breve discurso presidencial– reemplaza las sabatinas del exmandatario Rafael Correa, que duraban más de tres horas. El enlace más extenso de Moreno duró 15 minutos. En seis meses se emitieron cinco horas y media en todos los informes de Moreno, lo que equivale a dos enlaces de Correa.

En este primer semestre, Moreno “ha proyectado la imagen de un presidente amable, que ha sacado del lenguaje político la violencia, descalificación, que está dispuesto a dialogar, a negociar, pero también a enfrentarse al correísmo”, dice Felipe Burbano, analista político y docente.

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Añade que Moreno ha intentado transparentar las cifras, la realidad del país. “Ha destapado una realidad muy preocupante sobre la gestión del Gobierno. Entonces lo que ha producido Moreno es la deconstrucción, digámoslo así, de la década ganada... ha diluido el mito de Correa como el gran transformador”, refiere.

Pero la aprobación de su gestión bajó en un 3,4%, de agosto (77%) a octubre (73,6%), según Cedatos. En agosto se anunció el retiro de funciones del vicepresidente Jorge Glas y antes, en julio, se reveló la situación económica del país, un endeudamiento irresponsable, según dijo Moreno en el informe 9.

En septiembre bajó al 75,3%, mes en que el mandatario decretó la austeridad pública y denunció la existencia de una cámara oculta en su despacho. Eso le cuestionó al expresidente Rafael Correa, en el enlace 16. “¿Con qué fines?,... ¿Eso no es espionaje?, ¿eso no es deslealtad?”, dijo.

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Esa confrontación se repitió en el enlace 14: “El respeto y el diálogo son las mejores herramientas de la democracia. No los discursos altisonantes, los trinos en las redes virtuales ni mucho menos los alardes autoritarios”, criticó Moreno.

Patricio Carpio, analista político, considera que la frecuencia de los informes podría causar una sobreexposición mediática, como las sabatinas del anterior régimen. (I)