La sala de emergencia del hospital Marco Vinicio Iza, de Nueva Loja (Sucumbíos), se vio saturada la tarde de ayer. Madres comunitarias llegaban con niños en brazos, mientras que otros eran trasladados en ambulancias con síntomas de intoxicación, pues tenían vómitos y diarrea. La situación tomó por sorpresa a los médicos.

En total, a 27 niños de entre 9 meses y 3 años de edad se les comprobó intoxicación alimentaria. Por la mañana, los menores bebieron colada de zapallo con leche y comieron queso con plátano maduro.

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Ese fue el desayuno en dos Centros Infantiles del Buen Vivir: Cristo Peregrino y Carita de Ángel. Ante la situación, el COE hospitalario se activó para atender la emergencia.

Kerly Villacís, directora del hospital, señaló que la prioridad era atender a los niños afectados y que no iban a ser dados de alta hasta que todos estén completamente recuperados.

De los 27 menores, la condición de 24 era estable hasta ayer, mientras que los otros tres estaban en observación.

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Además, Villacís ofreció disculpas a los padres porque había entre dos y tres menores en una cama, ante la falta de mobiliario hospitalario.

Según el subdirector del hospital, Winner Sánchez, la causa de la intoxicación es de tipo bacterial y no viral. “Se hicieron estudios de sangre en niños y se arrojaron esos resultados”, expresó el directivo.

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Mientras, el director provincial del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Nixon Ríos, dijo que ambos centros infantiles quedaron suspendidos por 48 horas inicialmente.

Además, funcionarios de esa entidad, del Ministerio de Salud y del Patronato Municipal de Lago Agrio se movilizaron para atender la emergencia.

El centro Cristo Peregrino tiene 45 menores a su cuidado, mientras Carita de Ángel, 40. De ellos, 27 resultaron con intoxicación.

Estas instituciones son dos de los 45 centros infantiles del Buen Vivir que funcionan en Sucumbíos.

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