La mañana del sábado 13 de marzo, el actor estadounidense Leonardo DiCaprio, de 46 años, aterrizó en el aeropuerto de la isla de Baltra. Desde entonces poco se supo de su permanencia en las islas, solo que ese mismo día el artista cumplió una reunión con el presidente Lenín Moreno para abordar temas ambientales y una posible donación de vacunas contra el COVID-19.

El actor y activista ha realizado documentales sobre el cambio climático.

Pero sí se conoce que el protagonista de Titanic se alojó en el Pikaia Lodge, hotel exclusivo que combina un elevado nivel de lujo con las más exigentes normas ambientalistas desde su inauguración oficial el 1 de octubre de 2014.

Confidencialidad y trofeos

¿Qué desayunaba Leonardo? ¿Qué tours realizó? ¿Cómo era la habitación donde se hospedó? ¿Tuvo peticiones especiales para sentirse más cómodo? ¿Comió cebiche? ¿Le puso ajicito? ¿Se bañaba con agua fría o caliente? Ese es el tipo de información que suele filtrarse a la prensa cada vez que una celebridad realiza una visita internacional, pero un hotel de elevadísimo perfil como el Pikaia Lodge, que cobra de 3.200 a 3.500 dólares por habitación la noche, maneja una política de confidencialidad tan estricta que resulta imposible conocer esos datos de tipo anecdótico. Los protegen con el mismo celo que cuidan a sus huéspedes.

Publicidad

Lo que sí es posible es conocer algo de las características de este establecimiento que ha logrado reconocimientos como los siguientes, según su página web (pikaialodge.com):

The 10 Best South American Hotels Of 2021 (Brides)

Sustainability Trophy 2021 Award (Relais & Chateaux)

Publicidad

Top 10 Most Luxurious Places In The World 2020 (Mentalitch)

Gift Guide: Exclusive Travel Concierges Reveal Hollywood’s Richest Holiday Trips To Give (The Hollywood Reporter)

Publicidad

The 10 Best Eco-Friendly Luxury Hotels (Hotels In Heaven)

The 16 Most Luxurious All-Inclusive Resorts Around The World (Travel + Leisure)

Into The Green: Eight Destinations For An Eco-Friendly Escape (Lonely Planet)

Travel Green: Discover Some Of The World’s Best Eco-Friendly Hotels (Forbes)

Publicidad

Condé Nast Traveller’s Best Trips For 2020 (Conde Nast Traveler)

2020 Travel Goals: 10 Bucket List Trips For The Next Decade (Forbes)

La experiencia Pikaia

Resulta lógico que DiCaprio, famoso también por su lucha contra el calentamiento global, escogería como refugio temporal un hotel de elevado nivel global comprometido con el medio ambiente. Este complejo de solo 14 habitaciones, situado en medio de dos cráteres de volcanes extintos a unos 450 metros sobre el nivel del mar, en la zona interior (“parte alta”) de la isla Santa Cruz, rinde tributo a la evolución, por eso su nombre proviene del organismo marino que se cree es el ancestro más antiguo de los vertebrados, el Pikaia gracilens, que habitó hace unos 500 millones de años.

“Pikaia Lodge quiere demostrar que un hotel de lujo y la ecología pueden convivir perfectamente en las Galápagos y tener un efecto muy positivo sobre el ambiente y la comunidad. Cada aspecto ha sido diseñado para minimizar el impacto ambiental y trabajar de cerca con los pobladores y los proveedores locales”, comentó Herbert Frei, presidente del ecolodge, durante una entrevista que brindó a La Revista en el inicio de sus operaciones en el 2014. Entonces agregó, por ejemplo, que anteriormente los alrededores estaban dedicados a la ganadería, pero que desde la llegada de este inmueble lucen reforestados con 12.000 árboles endémicos.

Hoy, siete años después, Andrew Balfour, gerente general del Pikaia, confirma el positivo impacto que ha logrado la presencia del hotel en la zona y en todo el archipiélago. Por ejemplo, la reforestación ha aumentado la presencia de aves y tortugas gigantes silvestres. “Al haber extraído el monte elefante (planta introducida que era alimento del ganado) y plantado el bosque natural que pertenecía a esta zona, las especies endémicas y nativas tienen más espacio para la anidación”, indica este ejecutivo nacido en Galápagos, de padre británico y madre quiteña, quien ha sido testigo de los logros del Pikaia Lodge en estos siete años de operaciones en medio de un paisaje extraordinario con árboles de scalesia.

“Ha sido una temporada fantástica con el hotel desde que se abrió. El proyecto siempre apuntó a un mercado de muy alto nivel mundial, una clientela que valora el respeto a la naturaleza, que valora el servicio de alto nivel, el lujo y las experiencias culinarias más especiales del mundo. Ese siempre fue el enfoque y ha sido muy satisfactorio ver cómo, poco a poco, el hotel se ha ido consolidando dentro de ese mercado al cual es dificilísimo de llegar”.

Esto ha sido posible en los aspectos de servicio y sostenibilidad. El impacto positivo como fuente de trabajo ha sido esencial. Antes de la pandemia, empleaban a 61 personas, de las cuales el 85%-89% eran residentes de Galápagos, señala Andrew (ahora, el staff es de 25 trabajadores).

Los colaboradores no locales desempeñan cargos especializados que requieren experiencia de elevado nivel en el extranjero, como el chef principal, el jefe de recepción y la jefa de alimentos y bebidas, todos ecuatorianos que, a su vez, brindan capacitación en esas áreas a los empleados galapagueños.

Un laboratorio en cada isla

El propio Andrew Balfour, de 41 años de edad, tiene una gran conexión laboral con el extranjero, sobre todo como capitán de yates de lujo en el mar Mediterráneo y el Caribe. Su afición por el océano es herencia de su padre, un británico aventurero que durante una navegación en velero rumbo a Australia pasó por Galápagos. ¡Le encantó su naturaleza y ambiente! Así que regresó poco tiempo después para radicarse definitivamente, se casó con una quiteña y formó una familia de colonos con una total devoción hacia la naturaleza de las islas.

Andrew nació en Galápagos y creció allí hasta los 13 años de edad. Luego estudió el colegio en Quito y, posteriormente, continuó su educación y trabajos en el extranjero. Pero decidió regresar a las Encantadas, donde reside con su esposa quiteña y dos pequeños hijos, de 6 y 8 años de edad, y actualmente lidera la operación de este hotel que tiene una oferta muy concreta de tours que ayudan a entender este insólito destino.

“Tenemos claramente identificado que la gente que viene a Galápagos desea experimentar esta naturaleza única. Para ello resulta necesario viajar a las distintas islas y entender por qué, por ejemplo, la especie de iguanas en Santa Fe es única y distinta a las iguanas terrestres en la isla Seymour, y así sucesivamente. Cada isla tiene una especialidad y cuenta una historia distinta sobre cómo las especies se han adaptado para sobrevivir y existir en ese lugar”.

La descripción de Andrew, quien es cónsul honorario del Reino Unido en Galápagos, invita a imaginarnos que Leonardo DiCaprio vivió esas experiencias dentro de los tours que tomó con Pikaia, los cuales tienen lugar en la amplia embarcación propia del hotel en programas que pueden ir de 3 a 7 noches. “Es el único barco de Galápagos para tours diarios que tiene cabinas individuales con baño privado. Así el turista puede hacer las caminatas de la mañana (y hacer snorkeling), regresa al barco, se ducha y continúa con las actividades de la tarde. Esto genera un nivel de lujo absoluto”.

El día normal, explica el gerente general, puede comenzar a las 07:00 con un café en el hotel para luego dirigirse a la embarcación, donde se servirá el desayuno mientras se dirigen al punto de visita, por ejemplo, en la isla Seymour.

“Los pasajeros caminarán por el sendero habitado por fragatas y piqueros de patas azules, también verán las iguanas terrestres icónicas de Seymour y una colonia de lobos marinos”, dice Andrew sobre esa visita que enseña, como si se tratara de un laboratorio natural, la forma en que cohabitan las aves, cuáles son sus hábitos de cortejo, cuántos huevos ponen y por qué los piqueros de patas azules se han acostumbrado a poner sus nidos en el suelo. “Porque no tienen depredadores naturales”. Por ello es importante erradicar cualquier tipo de depredador introducido, como ratas o chivos.

El regreso al hotel es tipo 16:30, por lo cual es buen tiempo para tomar algún servicio en el spa. “Tenemos una masajista fantástica y distintos tratamientos. Y si el pasajero quiere hacer ejercicio, contamos con senderos para caminar o montar en bicicleta en los alrededores del hotel. ¡O puedes ir a la piscina! Es una muy buena combinación de opciones”.

La realeza global

¿Y para comer? Andrew menciona que el Pikaia Lodge se esfuerza por entregar toda una fantasía de sabores en cada visita al restaurante. “Justo el otro día probamos un delicioso ají de carne (tipo de sopa con carne mechada y verde) refinado y con un toque especial. Hacemos también muchos platillos con pescado, como el atún en salsa teriyaki, bacalao al papillote, o pastas y ensaladas… Tenemos un gran enfoque por ser saludables, así que también tenemos opciones veganas, sin gluten; estamos ajustados a las tendencias actuales”.

Esta categoría de atención ha atraído a pasajeros muy exigentes y con necesidades muy particulares, como billonarios, presidentes de compañías, artistas de trascendencia global y hasta miembros de la realeza. Andrew recuerda como ejemplo a una princesa de Tailandia llegada en el 2017 o 2018. “Fue una experiencia única por los protocolos exigidos”. Se refiere a que las personas de servicio no pueden estar a mayor altura corporal que ella y que, por ningún motivo, puede ser tocada con la mano u otra parte del cuerpo. Por ello, previamente a su llegada recibieron dos delegaciones de avanzada con personas de ese país asiático que les brindaron capacitaciones sobre esos detalles tan importantes con pasajeros de ese nivel.

Las reservas de grupos especiales, aunque reducidas, requieren la contratación de guías, transportistas, proveedores y demás personas que ayudan a reactivar la economía de las islas en estos tiempos de pandemia.

“Eso es precisamente lo que queremos. El año ha sido sumamente duro; antes Galápagos recibía de 21.000 a 24.000 viajeros mensuales, pero en diciembre recibimos 6.000 y en enero 4.000. Pero estamos positivos porque el tipo de turismo que se hace en Galápagos es perfecto para las actuales tendencias”: sin aglomeraciones, con grupos pequeños y con mucha naturaleza, explica. “El modelo de Galápagos parece que fue pensado para los tiempos de COVID-19”. Así que esperan que sea de los primeros destinos que puedan ser reactivados para el turismo global.

Informes: www.pikaialodge.com.