Antes de que existieran smartphones con pantallas tan grandes como en la actualidad, ya había teléfonos plegables. Su popularidad radicó en ser lo suficientemente pequeños para caber en la palma de tu mano, incluso si solo podía hacer llamadas y enviar mensajes de texto, como fue la evolución del icónico Moto Razr V3, que salió en el 2004.