Twitter, propiedad del milmillonario Elon Musk, suspendió su servicio premium que otorga el visto azul de verificación a cualquiera que esté dispuesto a pagar $ 8 por mes, después de que la plataforma de redes sociales se inundó con una ola de cuentas de impostores verificadas.

Antes de la compra de la empresa por $ 44.000 millones por parte de Musk, la aplicación otorgaba el visto azul a celebridades y periodistas verificados por la plataforma, precisamente para evitar la suplantación de identidad. Ahora, según la nueva estrategia, cualquiera puede obtener uno siempre que tenga un teléfono, una tarjeta de crédito y $8 al mes.

Pero el nuevo servicio rápidamente se llenó de impostores, con usuarios que parodiaban a todos, desde el papa Francisco hasta George W. Bush. Así también, el gigante farmacéutico Eli Lilly & Co se vio obligado a disculparse después de que una cuenta impostora tuiteara que la insulina era gratis.

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Incluso las acciones de la farmacéutica cayeron el viernes en Wall Street después de ser víctima de la suplantación. Al término de la sesión bursátil, los títulos de Eli Lilly se dejaron más de un 4 %, una caída que numerosos analistas atribuyeron al episodio vivido en la red social.


Nintendo, Lockheed Martin, e incluso Tesla y SpaceX, empresas de Musk, también fueron suplantadas, además de las cuentas de varias figuras del deporte profesional.

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Twitter ahora tiene dos categorías de vistos azules y se ven idénticos. Uno incluye las cuentas verificadas antes de que Musk se hiciera con la empresa; este visto azul señala que “esta cuenta está verificada porque es notable en el gobierno, las noticias, el entretenimiento u otra categoría designada”. En cambio el otro indica que la cuenta está suscrita a Twitter Blue, servicio solo disponible en Australia, Canadá, Nueva Zelanda y los Estados Unidos.

Musk indicó en días pasados que “existen demasiadas marcas de ‘verificación’ azul heredadas corruptas, por lo que no hay más remedio que eliminar el azul heredado en los próximos meses”.

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El actual dueño de Twitter está tratando de monetizar la red social con planes que cambian cada día, pero que parecen avanzar hacia el establecimiento de un sistema de pago interno a largo plazo.

Musk ha anticipado algunos de sus planes durante un encuentro en directo celebrado este miércoles en Spaces, centrado en los anunciantes y el futuro de la plataforma, que incluyen las transferencias de dinero, para lo que la compañía ya se ha registrado en la red de Control de delitos financieros, perteneciente a la oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como ha informado The New York Times.

Otra de las novedades será la apuesta por el video, con el fin de apoyar el ecosistema de creadores de contenido. Seguiría al muro de pago en el que ya trabaja la compañía, que permitirá a los usuarios desbloquear un contenido audiovisual a cambio de un pago.

En este servicio, los creadores tendrían control sobre el precio, determinando un pago de entre un y diez dólares, según las primeras informaciones compartidas por The Washington Post. (I)

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