El Miércoles de Ceniza es una tradición que data del año 325 y dura 40 días como un recordatorio del tiempo que duró Jesucristo en ayunas después de ser bautizado.

El 2024 el comienzo de la cuaresma cae simultáneamente con el día de San Valentín y dicha coincidencia hace que ambas celebraciones tan distintas compartan espacio en el calendario; sin embargo, algo las une, es un día para amar, tal como Dios ama a sus hijos.

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Se trata de una fecha muy especial, pues representa el arrepentimiento por los pecados y la cruz de ceniza que se marca en la frente es simbolismo de eso: mortalidad y penitencia, de hecho, cuando el sacerdote la aplica en los fieles, repite: “recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”, reseña El Heraldo.

Tradicionalmente, la cruz que se dibuja en la frente de los creyentes proviene de las cenizas de las hojas de palma que fueron recaudadas durante los oficios del Domingo de Ramos del año anterior y que en la mayoría de los templos se queman el martes previo al Miércoles de Ceniza. Estas son mezcladas con agua bendita antes de llevar a cabo la imposición en las frentes de los creyentes.

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Foto: Unsplash

¿Qué significa la cruz de ceniza?

Las cenizas simbolizan el recordatorio de que la vida humana es fugaz, por lo que es necesario el arrepentimiento y la renovación espiritual. Antes, las personas solían revestir su cuerpo por completo y por encima se ponían un vestido, en la actualidad, solo se dibuja una cruz con cenizas en la frente.

Más allá de ser un gesto que solamente abarca el exterior, la Iglesia Católica lo ha mantenido como símbolo del llamado de cada bautizado conservar la actitud del corazón penitente en el itinerario cuaresmal. En el interior, esta tradición se refiere a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual.

(I)

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