La celebración de la Navidad llegó a los hogares de los creyentes cristianos tras un extenso periodo de preparación en el Tiempo de Adviento que incluyó oraciones, meditación y reflexión.
La importancia religiosa de la Navidad se interpone ante barreras y dificultades de todo tipo y se posiciona como una de las festividades más importantes en la historia de la humanidad.
Familias y amigos se reúnen durante la celebración y conmemoración del Nacimiento de Jesús con cenas, alimentos especiales y momentos únicos que pueden ser acompañados con lecturas bíblicas.
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Isaías 9:6
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
Miqueas 5:2
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Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales.
Isaías 7:14
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Por eso, el Señor mismo os dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel, que significa Dios con nosotros.
Zacarías 9:9
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna.
Lucas 1:30-32
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No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David.
Mateo 1:21
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Mateo 1:22-23
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel»[a] (que significa «Dios con nosotros»).
Lucas 2:10-11
Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.”
Lucas 2:13-14
De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad”
Mateo 2:10-11
Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.
Lucas 2:7
Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
Mateo 2:1-2
Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Lucas 1:32-33
Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin. (I)
