Cuando se piensa en las causas más comunes de separación entre parejas, suelen mencionarse factores como la infidelidad, las diferencias económicas o los proyectos de vida incompatibles. Sin embargo, existe un motivo mucho más sutil que puede predecir el fin de una relación: un gesto facial.
Según una investigación del renombrado psicólogo John Gottman, fundador del Gottman Institute y referente mundial en el estudio de las relaciones de pareja, ciertas expresiones faciales tienen un impacto emocional muy fuerte, incluso más que una discusión.
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A lo largo de sus investigaciones, Gottman identificó lo que denominó los “Cuatro Jinetes del Apocalipsis” en los vínculos sentimentales: gestos que, si se repiten sin ser abordados, debilitan profundamente la conexión emocional.
Las expresiones que pueden destruir la relación
Entre los gestos más destructivos que Gottman identificó se encuentran:
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- Levantamiento unilateral de la boca: suele expresar superioridad o desprecio.
- Expresiones de desdén, como fruncir el ceño o mirar hacia otro lado, son interpretadas como rechazo o invalidación.
- Gestos defensivos transmiten inseguridad, culpa o desconfianza.
- Expresiones de rechazo: hieren el bienestar emocional del otro y rompen la conexión empática.
De todos ellos, el desdén aparece como el más peligroso. Según el estudio, este gesto puede predecir el divorcio con una precisión del 93,6 %. A diferencia de otras emociones pasajeras, como la tristeza o la ira, el desdén se instala y crece si no se enfrenta.
¿Cómo evitar que estos gestos arruinen una relación?
La clave, coinciden los especialistas, es la comunicación inmediata y empática. Cuando se detecta un gesto de desdén o rechazo, es recomendable abrir el diálogo con preguntas simples como:
- ¿Qué está pasando?
- ¿Estás bien?
- ¿Qué estás sintiendo?
Estas preguntas, aunque sencillas, crean un espacio emocional seguro para expresar malestares antes de que se acumulen o exploten.
El psicólogo clínico David M. Schneer, por su parte, sugiere estrategias adicionales para fortalecer la relación:
- Usar el humor: una broma en el momento adecuado puede descomprimir tensiones.
- Cambiar de tema: cuando se percibe incomodidad, puede ser una forma de suavizar el ambiente.
- Tomar distancia temporal: en momentos de tensión, un poco de espacio puede evitar daños mayores.
Los especialistas coinciden en que identificar estos gestos a tiempo y fomentar una comunicación clara y empática puede ser clave para preservar una relación.
Aunque pasen desapercibidos al principio, los gestos de desdén y rechazo, si no se abordan, pueden convertirse en señales silenciosas del fin de la pareja.