“Para ser inversor no hace falta tener mucho dinero, pero primero necesitas organizar tus cuentas”, dice frente a la cámara de su celular el influenciador digital brasileño Murilo Duarte, en el salón de su antigua casa en una favela de Sao Paulo.

Este joven, de 28 años, conocido como “Favelado Investidor” (Inversor de la Favela), es uno de los exitosos ‘influencers’ de finanzas que se multiplicaron en las redes sociales en Brasil, acercando la educación financiera incluso a personas de bajos recursos.

Murilo Duarte durante una entrevista con AFP en la favela Jardim João XXIII en Sao Paulo, Brasil. Foto: MIGUEL SCHINCARIOL

El proyecto nació “con el fin de democratizar el acceso a la educación financiera y a las inversiones, especialmente entre una clase social olvidada por la sociedad” en este sentido, explica Duarte, de brazos tatuados y cabello rapado a los costados de su cabeza.

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Formado en contabilidad y utilizando sus ingresos como aprendiz en una notaría, el influenciador cofundó en 2019 una empresa de capacitación financiera que ya tiene 12 empleados, patrocinadores y brinda cursos.

“Con mucho trabajo puedes llegar adonde quieras, independientemente de donde vengas”, resalta para el más de un millón de seguidores que acumula distribuidos principalmente entre las plataformas de YouTube, Instagram y TikTok.

Duarte los motiva a “transformar” sus vidas planteando su propio ejemplo: sostiene que pasó de vivir en la favela Jardim João XXIII de la periferia oeste de Sao Paulo (sureste de Brasil) a residir en un barrio acomodado de la mayor metrópoli brasileña y a ganar su primer millón de reales en 2021 (unos USD 185.500 al cambio promedio de ese año).

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Economía del día a día

El universo de los denominados ‘finfluenciadores’, que integran también analistas y ‘traders’, sumaba a fines de 2022 unos 1.257 perfiles, con 165,7 millones de seguidores, según un informe de la Asociación Brasileña de Entidades de Mercado Financiero y Capitales (Anbima).

Esas cifras representan un alza significativa en pocos meses, impulsada por “un aumento del interés de los brasileños por informaciones económicas”, explica Amanda Brum, gerente ejecutiva de comunicación y marketing de Anbima.

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Eso se debe a que en Brasil, uno de los países con mayor utilización de las redes sociales en el mundo, los gurúes que dan recomendaciones para multiplicar ingresos también son consejeros económicos ante problemas domésticos, como los efectos de la inflación (4,18% en 12 meses hasta abril).

Clayton Silva, un seguidor de “Favelado Investidor” y vecino de la misma barriada que Duarte, explica que se vio “agobiado por las deudas y las subidas en los precios de los alimentos”, problemas actualmente comunes entre las familias vulnerables.

Los consejos (de Duarte) cambiaron mi manejo del dinero: dejé de pedir prestado y ahora estoy haciendo una reserva de emergencia” para tiempos difíciles, dice Silva, un chófer de 28 años y padre de dos niños.

Clayton Souza, seguidor de Murilo Duarte, habitante de una favelas, dice que que las deudas y el aumento de los precios de los alimentos son los mayores problemas de las familias de clase trabajadora de Brasil. Foto: MIGUEL SCHINCARIOL

El próximo paso, se entusiasma, será invertir en grandes empresas de la Bolsa de Sao Paulo (o B3), como ya hicieron muchos a nivel individual en la mayor plaza financiera de América Latina.

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El número de personas que invierten a renta variable (acciones) en la plaza bursátil paulista creció hasta 5 millones en 2022 (+19% respecto a 2021), con especial participación de jóvenes, señala Felipe Paiva, director de Relacionamiento con Clientes y Personas Físicas de la B3.

De las redes a Brasilia

Los educadores financieros digitales causaron furor durante el confinamiento impuesto debido a la pandemia de covid-19, “cuando la tasa de interés, en un mínimo histórico de 2%, motivó a los inversores a diversificar” sus apuestas en busca de rentabilidad, explica Marilia Fontes, socia-fundadora de la firma de inversiones Nord Research y una de las voces femeninas más escuchadas en las redes.

Desde entonces, la popularidad de este tipo de influenciadores o ‘finfluenciadores’ creció hasta convertirlos en figuras que trascienden la virtualidad.

Nathália Rodrigues, una YouTuber de 24 años conocida como “Nath Finanzas” y nacida en la periferia de Rio de Janeiro (sureste), segunda mayor ciudad de Brasil, alcanzó con sus contenidos a 5 millones de personas en varias plataformas.

Su carisma y posicionamiento - aunque detrás de los diez ‘finfluenciadores’ más seguidos en Brasil, todos ellos hombres - le valió una silla en el Consejo de Desarrollo Económico Social Sustentable del gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, que reúne a 242 miembros de la sociedad para contribuir en políticas públicas.

No solo los conocimientos o credenciales generan confianza en los ‘finfluenciadores’: la empatía juega un papel importante.

“Las redes permiten construir un vínculo cara a cara, lo que posibilita a los seguidores confiar e identificarse” con su interlocutor, aclara Brum. (I)