¿Funcionan los retos de ahorro que salen en TikTok o Instagram?

Alguna vez los hemos visto. Son videos llamativos, con sobres o planificadores de colores, con canciones de moda en el fondo. Por lo general intervienen unas manos con manicura recién hecha, que organizan billetes en estos artículos y haciéndonos soñar que nosotros también podemos ahorrar como ellos.

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Son los conocidos retos de ahorro, muy virales en Instagram y TikTok. Llaman la atención porque dejan ver el ahorro como un juego o desafío, entretenido y fácil de mantener. Además, al difundirse en las redes sociales, ofrecen una comunidad de apoyo donde compartir progresos y motivarse mutuamente.

Entre los más populares están el reto de las 52 semanas, así como el de un centavo diario (que coinciden con el inicio del año); también los 100 sobres y el de ahorrar $ 5.000 en 100 días.

El primero pide ahorrar una cantidad creciente cada semana ($ 1 la semana 1, $ 2 la semana 2, y así consecutivamente). De igual mecánica es el del centavo diario: se suma un centavo adicional cada día (un centavo el día 1, dos centavos el día 2, tres centavos el día 3). Ambos suman un total significativo al final del año.

Para el siguiente desafío se requiere numerar 100 sobres y depositar la cantidad correspondiente en cada uno. Finalmente el último, llamado justamente TikTok Money Challenge, dice que puedes ahorrar $ 5.000 en 100 días (o un valor similar), usando una alcancía (o caja decorada, que está en tendencia) y marcando números del 1 al 100 en un papel.

¿Realmente funcionan los retos de ahorros?

Sí, pero no necesariamente porque sean divertidos, emocionantes o porque alguien los recomiende en TikTok, aunque eso sean aspectos motivadores. “Son divertidos y llaman la atención sobre todo en el segmento juvenil, como una manera divertida de incentivar el ahorro. Por eso están tan de moda”, opina Evelyn Uquillas, especialista de educación financiera de Produbanco.

Para que funcionen, los interesados deben saber que requieren de total disciplina, para recordar seguir los pasos que implican, en especial si es una actividad diaria o periódica. Para Uquillas, ayuda mucho en esta iniciativa plantearse una meta, que lo empuje a ahorrar con un propósito claro.

“No voy a ahorrar por ahorrar, sino que voy a ahorrar porque quiero cambiar mi celular, porque quiero cambiar la computadora, porque me quiero ir de viaje, porque quiero remodelar mi casa, cambiar de vehículo. Ponerse una meta y asociarla con tu ahorro”, señala Uquillas. “Se dice incluso que es importante que tengas la fotografía de tu meta en el refrigerador, en tu cama, en tu computadora, para que la recuerdes todos los días”.

De hecho, Uquillas recomienda la metodología SMART, empleada en planificación financiera, que permite convertir las metas en acciones concretas. En ese sentido las metas deben ser SMART: específicas (specific), medibles (establecer montos o porcentajes), alcanzables (realistas según el nivel de ingresos), relevantes (que respondan a una necesidad real), y con un tiempo definido (plazo).

Ahorrar con estructura

Para que el ahorro sea una acción sostenible y se mantenga como una costumbre, y no una actividad con principio y fin, Juan Manuel García, docente de Uide, llama a estructurar nuestros gastos y así poder definir con claridad nuestra capacidad real de ahorro.

“Tendemos a gastar el dinero que nos llega a las manos o simplemente no sabemos para qué ahorrar. Eso es un problema”, resalta el educador. Antes de ahorrar, el primer paso es revisar nuestras deudas. Empezar pagando las deudas menores para poder solventar la mayores.

“Después pasamos a crear un sistema de supervivencia, que es un fondo para solventar situaciones de emergencias. Luego podemos generar un fondo de ahorro, que podemos destinar para ‘darnos un gustito’”, aclara García. Y eso no necesariamente lo explican en los famosos retos de ahorros de las redes sociales.

Dependiendo de su nivel de ingresos, García incluso recomienda destinar recursos para fondos de retiro y de inversión, para que el dinero no se mantenga guardado y estático, sino que vaya creciendo proporcionalmente, según los intereses ofrecidos y lo que pueda aportar a su capital constantemente.

Aprender a aprovechar la apps financieras

Puede que no luzca tan divertido o glamoroso como un video de TikTok, pero lo cierto es que las aplicaciones informáticas de los bancos cuentan con herramientas que también inducen al ahorro y de forma personalizada, recuerda Uquillas. Es decir, se puede destinar un monto mínimo fijo para reservarse en un fondo de ahorro, semanal o mensual (según las reglas de la institución financiera).

De hecho, García asegura que “el 83% de la gente tiene acceso a una cuenta bancaria, pero apenas el 73% de los mismos hace uso de estas acciones. Y apenas el 64% lo utiliza de manera progresiva”. En sentido, invita a las personas a interesarse a preguntar y capacitarse en los productos de ahorro e inversión que ofrece el banco, u otro tipo de entidad financiera (cooperativa, mutualista), donde guarda su dinero. Tal vez pueda encontrar otro aliado en las finanzas personales, aparte de TikTok. (I)