El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) declaró que las presuntas apariciones de Jesús en Dozulé, en el norte de Francia, no tienen un origen divino auténtico y deben considerarse “no sobrenaturales”.
El prefecto del organismo, el cardenal Víctor Manuel Fernández, confirmó la declaratio de non supernaturalitate en un documento difundido este miércoles y dirigido al obispo de Bayeux-Lisieux, monseñor Jacques Habert.
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La decisión se adoptó conforme a las Normas para proceder al discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales, aprobadas recientemente por el Vaticano, detalla ACI Prensa.
Las supuestas apariciones se remontan a 1972, cuando Madeleine Aumont afirmó que Jesús se le había manifestado para pedir la construcción de una “Cruz Gloriosa” gigante y un “Santuario de la Reconciliación” en Dozulé, asegurando además que el regreso de Cristo era “inminente”.
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El DDF señaló que, aunque las experiencias relatadas “han suscitado cierto interés espiritual”, también generaron “controversias y dificultades de orden doctrinal y pastoral” que requerían una aclaración.
El documento aclara que es erróneo equiparar la “Cruz Gloriosa” de Dozulé con la Cruz de Jerusalén, ya que el lugar de la muerte de Cristo es “único e irrepetible”. “Comparar la cruz solicitada en Dozulé con la de Jerusalén corre el riesgo de confundir el signo con el misterio”, advierte.
El cardenal Fernández añadió que el poder de la Cruz “no necesita ser replicado”, pues “ya está presente en cada Eucaristía, en cada iglesia y en cada creyente”. Asimismo, advirtió sobre el peligro de fomentar una “sacralidad material” y de convertir la cruz de Dozulé en “símbolo de un mensaje autónomo”.
El DDF también calificó de “error teológico” las afirmaciones de Aumont según las cuales bastaría acudir a la cruz para obtener el perdón y la salvación. El prefecto recordó que “ningún objeto puede sustituir la gracia sacramental”, que proviene únicamente de Cristo mediante el sacramento de la Penitencia.
Respecto a las supuestas revelaciones sobre un “regreso inminente de Cristo”, el cardenal Fernández precisó que, aunque es una verdad de fe, “nadie puede conocer ni anunciar la fecha o las señales precisas”. La Iglesia —añadió— “desconfía de las interpretaciones milenaristas o cronológicas” del fin de los tiempos.
Con estas consideraciones, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe concluyó que el fenómeno de Dozulé “debe considerarse, de manera definitiva, como no sobrenatural, con todas las consecuencias de esta determinación”. (I)