El arroz es económico, nutritivo y versátil, los ecuatorianos acompañan este cereal con huevo, atún, ensaladas, seco, guatita, entre otras guarniciones. Además, es una fuente excelente de carbohidratos, calcio, hierro, vitaminas B1, B5, B9 y vitamina E.

Esta aparentemente es una de las recetas más básicas y sencillas de la historia; sin embargo, aunque existen diferentes maneras de prepararlo, pasarnos de agua o de sal podría hacer de nuestro plato un verdadero desastre.

Arroz: beneficios, usos, címo prepararlo más saludable y en un menú

Para evitar malos ratos, te explicaremos cómo hacer un arroz blanco paso a paso.

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Lo primero es lavar el arroz. Unas dos lavadas, no más. Aunque parece un paso obvio, es imprescindible. La razón es que al lavarlo evitaremos que los granos tengan un exceso de almidón que hará que nos quede más pegajoso o sopudo, como se lo conoce en Ecuador.

Si lo que se desea es un arroz suelto, es necesario lavar bien el arroz para quitar excesos de almidón. Imagen: tomada de Cocina y Vino.

Para ello, coloca el arroz en un colador y lávalo con agua y escurre el agua muy bien. Sacar el almidón, nos permitirá conseguir un arroz blanco suelto. Aunque es necesario que sepamos que no todos los tipos de arroz tienen la misma cantidad de almidón. Aquellos de grano mediano o largo como el basmati o jazmín tienen una cantidad de almidón moderada que sirve para los arroces secos, indica el portal especializado en recetas Cocina y Vinos.

En una olla a fuego alto ponemos agua a hervir y una cucharadita de sal (o al gusto, pero evitemos los excesos). Siempre se puede aromatizar con ajo u otras especias.

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La forma de preparar el arroz para que engordes muchísimo menos

Ahora viene la parte importante: la cantidad de agua. Olvidémonos del truco de la cuchara para ver si nuestro arroz tiene la cantidad correcta o no.

Si vive en la región Sierra, vertemos dos tazas de agua por cada taza de arroz que cocinemos. Es decir, si pretendemos cocinar tres tazas de arroz, usaremos seis de agua. En la región Costa, o zonas bajas, es una taza de agua por cada taza de arroz crudo.

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Luego, añadimos el arroz ya lavado. Bajamos el fuego y cocinamos hasta que ya casi no haya agua y empiezan a quedar pequeños agujeros entre los granos.

Imagen: Pixabay

Tapamos la olla, bajamos la temperatura al mínimo y cocinamos durante 15 minutos aproximadamente.

El arroz supone un complemento perfecto para todo tipo de ingredientes. Imagen: Pexels.

Cuando el agua vuelva a hervir, removemos de nuevo para separar bien unos granos de otros.

Finalmente apagamos el fuego y dejamos que el arroz repose con la tapa puesta. (I)

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