En muchas ocasiones, tener mayor responsabilidad en una empresa u organización implica una mayor compensación económica. Para muchos, eso es motivación suficiente al asumir esa responsabilidad como un objetivo de la propia trayectoria profesional: se cree que avanzar equivale a “ascender” en el escalafón del organigrama. Pero tal visión tiene costos: quienes ocupan puestos directivos suelen tener menos tiempo libre y mayor presión y estrés, a cambio de un mayor sueldo.