Al entrar en el tiempo de Cuaresma, es decir los 40 días previos a vivir la pasión y posterior resurrección de Jesucristo, la iglesia pide a los católicos observar este tiempo de penitencia con los tres grandes pilares que son ayuno, limosna y oración.

El ayuno junto con la oración y la limosna, ha sido desde muy antiguo una practica cuaresmal como signo de la conversión interior a la que llama Cristo a sus fieles.

La Cuaresma es el tiempo de preparación para la pascua del Señor mediante la oración, el ayuno y la entrega al prójimo; es el tiempo de conversión.

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Ayuno y abstinencia

El ayuno consiste en hacer una sola comida al día. El ayuno es obligatorio para los católicos desde los 18 hasta los 59 años de edad.

La abstinencia consiste en no comer carne. Es obligatoria a partir de los 14 años.

La iglesia católica aconseja a sus fieles respetar los días de abstinencia y ayuno: Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.

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Oración

En la oración en este tiempo cuaresmal, el cristiano dialoga con el Señor, deja que la gracia entre en su corazón y se abre a la acción del Espíritu Santo. Se puede desarrollar esta práctica al destinar un momento del día a la oración.

Limosna y caridad

La práctica cuaresmal de ayuda al prójimo se puede reflejar co la aportación económica de limosnas, pero también con ayuda a los menos favorecidos. (I)