Un accidente cerebrovascular (ACV) o derrame cerebral es una de las afecciones más graves que puede sufrir un paciente y si es posible que una persona pueda detectarlo con anticipación, sería una de las vías para lograr una atención médica urgente.

La Clínica Mayo define esta lesión en la cabeza cuando la irrigación de la sangre en el cerebro se interrumpe, por lo general por la obstrucción o el rompimiento de un vaso sanquíneo que impide que ocurra el proceso de oxigenación. De esa manera las consecuencias de este accidente son complejas desde el momento en que comienzan a morir las células cerebreales.

Saber identificar los síntomas es lo más eficaz para disminuir los daños de un ACV, por ello hay que saber que un fuerte dolor de cabeza es el principal signo, seguido de una pérdida temporal de los recuerdos, confusión, dificultad para hablar y comprender lo qué está pasando y hasta de caminar.

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Ante este escenario, acudir a una emergencia en el centro hospitalario más cercano es el primer paso, pero mientras los especialistas recomiendan subir ambos brazos por encima de la cabeza y propiciar la repetición de palabras para ejercitar el habla. (I)

La acción temprana puede reducir el daño cerebral y otras complicaciones.
No espere a ver si los síntomas desaparecen. Cada minuto cuenta. Foto: Shutterstock