La medicina se torna cada vez más personalizada. La respuesta de cada organismo es distinta y las pruebas médicas están orientadas a reconocer esa diversidad genética para obtener mejores resultados.

Debemos ver la genética individual y cómo respondemos a partir de ella. Pero también debemos recordar que la genética no tiene el 100% de la respuesta”, sino que es una interacción entre el ambiente y nuestros genes, dice Santiago Aguirre, máster en bioingeniería.

Pero cuando se confirma que hay un riesgo genético, los médicos y los pacientes pueden tomar decisiones juntos, respaldados por estas pruebas.

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A continuación, comentamos siete de los más importantes del siglo XXI.

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  1. BRCA 16+: se hizo famoso porque fue el que llevó a Angelina Jolie a realizarse una doble mastectomía en 2013. Es una prueba que permite conocer el riesgo de tener cáncer de mamas y de ovarios. Puede ser prescrito por un ginecólogo o mastólogo. Con base en la ficha clínica, se sabe si la persona es candidata o no a la prueba.
  2. F-HPV TYPING: para detección y tipificación del virus del papiloma humano (HPV). Puede ir solo o acompañado del papanicolaou. En algunos países, el protocolo es hacer este test cada tres años a partir de los 30 años de edad. Los plazos varían según las guías clínicas de cada país.
  3. Migratest: es la prueba para migraña y cefaleas vasculares. Evalúa la deficiencia de la enzima DAO. Un porcentaje de migrañas (no todas) se dan por deficiencia de ella. De ser este el caso, se puede corregir mediante la alimentación o con medicación oral.
  4. Nutrihealth: analiza 95 genes y el resultado ayuda a alinear la nutrición con la genética personal. Permite saber cómo el cuerpo reacciona al estrés oxidativo, grasas saturadas y no saturadas, tolerancia a la cafeína, y si hay enfermedad celíaca o deficiencias de origen genético. Abordar esto a través de una dieta personalizada puede prevenir enfermedades, dar mejor peso y mejor salud general.
  5. Sportgen: analizando más de 76 genes que determinan las fibras musculares, para saber, por ejemplo, si el deportista tiene más potencial en el ejercicio explosivo o de resistencia. Es muy útil en el alto rendimiento. También deja saber si hay deficiencias en aminoácidos, para suplementar y mejorar el desempeño en el futuro.
  6. Precongen: establece la compatibilidad genética entre parejas antes del embarazo. Quienes tienen cierto riesgo de enfermedad hereditaria pueden saber cuáles son las probabilidades para sus hijos. Este proceso debe ser acompañado del médico especialista y de un experto en consejería genética.
  7. Farmacogenética: cada persona responde de manera diferente a los medicamentos dependiendo de su particularidad genética. Por ejemplo, no todos los que necesitan reducir el colesterol reaccionan bien a las estatinas. Algunos son metabolizadores rápidos de los fármacos, y otros metabolizadores lentos, y el médico puede valerse de este examen para ajustar la dosis o cambiar de medicamento. (I)