Según la Organización Mundial de la Salud, más del 5 % de la población mundial (430 millones de personas) necesita rehabilitación para corregir una pérdida de audición discapacitante (entre ellos, 34 millones de niños). Para 2050 esa cifra superará los 700 millones de personas (una de cada 10).

En Ecuador, el INEC registra que el 1,6 % de la población declara tener mucha o total dificultad permanente para oír y que está usando un aparato auditivo.

El doctor Erwin Andrade, especialista en Medicina de la Comunicación Humana, que trabaja en audiología y rehabilitación auditiva, detección temprana y tratamiento de trastornos de audición y lenguaje, explica que esta cifra corresponde a una encuesta de hace más de una década.

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El zumbido está relacionado con un 80 % de los casos de baja auditiva.

“Según la OMS, la tercera parte de las personas de más de 65 años de edad tiene problemas auditivos, y más allá de los 70 y 75 años, la mitad de las personas tienen problemas auditivos discapacitantes”, dice el también director médico de Proaudio.

La persona se agota y poco a poco se va aislando. Es decir, como ya no oigo bien, ¿para qué me reúno con el resto de la familia? Mejor me voy a otro sitio.

Dr. Edwin Andrade

¿Qué es un problema auditivo discapacitante? “Que la información que le llega por medio del habla es probablemente la tercera parte. Es como tener un texto al que le borramos las dos terceras partes de las letras y tenemos que adivinar el mensaje a través de lo que queda”.

El cerebro humano está en condiciones de rellenar esos faltantes, pero esto se vuelve más complejo conforme va aumentando la pérdida auditiva, indica el médico. Y esa pérdida es uno de los factores trascendentes para la aparición de enfermedades degenerativas, como el alzhéimer.

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“El alzhéimer tiene de tres a cinco veces más probabilidades de aparecer en personas que tienen un problema auditivo y no son rehabilitadas. Entonces, realmente es muy importante considerar que si quiero mantener la salud mental en el padre y el abuelo, es importante que esté oyendo bien, porque gasta muchos recursos de memoria y concentración en tratar de adivinar qué le están diciendo. Con un efecto serio, la persona se agota y poco a poco se va aislando. Es decir, como ya no oigo bien, ¿para qué me reúno con el resto de la familia? Mejor me voy a otro sitio”.

Recién nacidos y niños en edad escolar

El doctor Andrade indica que es necesario hacer una evaluación auditiva anual o bianual a partir de los 60 años. ¿Qué hay de los niños? En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades indican que la prevalencia de pérdida auditiva en recién nacidos era de 1,7 por cada 1.000 bebés, en 2022.

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En Ecuador, esto es aproximadamente 4 a 5 niños por cada 1.000 nacimientos. “Un porcentaje de alguna manera bajo, pero muy trascendente. Porque sin oír completo van a tener un serio problema para el desarrollo del lenguaje, la forma como nos comunicamos primariamente”, dice el médico, añadiendo que la proporción de personas que manejan el lenguaje de señas es todavía muy limitada.

¿Desde cuándo podemos saber que oye bien un niño? “Desde el primer día de nacido. Hay exámenes increíbles que con una pequeña sonda que colocas dentro del oído, en 3 minutos puedes saber si la audición es normal”. El tamizaje se hace “en buena parte” de los hospitales del Ecuador.

El tratamiento viene en forma de aparatos auditivos, de cirugía o de un procedimiento que se utiliza en el país desde 1997, el implante coclear. “Hay mil personas que se han puesto implante coclear en el Ecuador. Este es un oído biónico que reemplaza el oído interno y permite tener audición. Y después viene la terapia de lenguaje. Tenemos pacientes de 30, 35 y 40 años que hablan dos o tres idiomas, que se desenvuelven en cualquier ambiente laboral, con grados, posgrados; tuvieron pérdidas auditivas casi totales, pero están con audífonos o con implante coclear”.

El implante coclear reemplaza al oído interno y permite tener audición. Foto: Shutterstock

Cuando la pérdida auditiva es mayor al 80 %, el aparato es insuficiente, y la persona adulta o niño es candidata a un implante. “En niños es más prioritario”, porque están iniciando su aprendizaje. En esta cirugía, se coloca en el oído interno una cadena de electrodos que sirve como puente hacia el nervio auditivo, es decir, hacia el cerebro. Es una gran solución, pero hay que estar seguros de que es lo adecuado, y para eso la evaluación es gradual.

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En niños que empiezan a ir a la escuela, las infecciones, las rinitis y las alergias pueden ocasionar pérdida auditiva. “No permanente, a diferencia de los recién nacidos, sino intermitente: unas semanas oye bien, otras semanas no”. Al iniciarse en la escuela, los padres deben haber certificado que el niño oye bien.

El oído joven: “No es un órgano que va a durar toda la vida”

La juventud es un segmento en el que la atención auditiva también tiene prioridad, por la exposición a sonidos intensos. “La utilización continua de aparatos dentro del oído puede ocasionar una pérdida auditiva que no se desarrolla inmediatamente, sino que pueden aparecer después de cinco o diez años”.

Este año, la OMS y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) presentaron la campaña Escuchar Sin Riesgos, con la primera norma mundial para los videojuegos y los deportes electrónicos, enfocada en medir la exposición del jugador al sonido, mensajes informativos sobre el nivel del sonido y estimaciones del tiempo que falta para llegar al límite recomendable y un modo seguro para ajuste automático del volumen en audífonos y altavoces.

Mitad de jóvenes en el mundo pueden perder su audición por estas razones

“El oído no es un órgano que va a durar toda la vida”, es el mensaje del doctor Andrade para los jóvenes aficionados a la música, las películas y los juegos en pantalla. “Tal como la exposición al sol, el primer día no pasa nada, pero las lesiones aparecen más tarde. Actualmente recibo cuatro o cinco pacientes por mes que ya no oyen bien en ambientes ruidosos como un restaurante, no entienden, las voces se pierden, tienen zumbidos en los oídos, tinnitus. Esas son manifestaciones de que puede estar ocurriendo algo y hay que hacer exámenes”.

Condiciones médicas que causan la pérdida de la audición

Finalmente, hay otro grupo al cual cuidar. Aquellos de la familia que tienen condiciones metabólicas como diabetes e hipertensión deben chequearse cada dos o tres años. “También los que están recibiendo medicación ototóxica (que tiene efectos no deseados en el oído), como la quimioterapia”.

El especialista responde: Zumbido en un solo oído

Hay resistencia a los aparatos auditivos, pero el doctor hace notar que cada vez son más amigables y de mejor calidad.

Las familias que tienen pérdida auditiva desde antes de los 60 años deberían hacerse un chequeo a los 50. “Si empiezan a subir el volumen de la TV, piden que repitan la conversación, si empiezan a aislarse, son signos importantes. El zumbido está relacionado con un 80 % de los casos de baja auditiva”. (I)