A menudo, las manos y los pies no reciben la atención que merecen en nuestras rutinas de cuidado personal. Es común que recordemos los pies solo cuando nos duelen, cuando se ven resecos o en temporada de playa, mientras que en las manos solemos concentrarnos en las uñas, pero no siempre les brindamos los cuidados necesarios, como hacemos con el resto del cuerpo.

El cuidado adecuado de las uñas es esencial para su salud. Las uñas de las manos y los pies deben cortarse regularmente, manteniéndolas siempre cortas y cuadradas, enfatiza Marcela Ricaurte, dermatóloga. “Nunca se debe intentar redondearlas en los bordes, es mejor conservar su forma natural”. Ricaurte también aconseja evitar tocar la cutícula, los cueritos laterales y los ligamentos que guían el crecimiento adecuado de la uña al momento de realizar la limpieza.

Una uña saludable generalmente es lisa y tiene un color uniforme. Sin embargo, si se observan cambios en la coloración o en la estructura, como engrosamiento, estrías o manchas, es recomendable consultar a un especialista para descartar posibles enfermedades. Marcela Ricaurte aclara que “no todas las uñas amarillas o lesionadas indican la presencia de hongos”. Existen enfermedades inflamatorias, como la psoriasis, el liquen plano o la alopecia areata, que también pueden provocar alteraciones en las uñas y requieren tratamiento con antiinflamatorios.

Es importante no pintar las uñas de manera continua, ya que necesitan respirar. “Aunque las uñas están compuestas por capas concéntricas de queratina, los productos químicos pueden eliminar su esmalte natural, aumentando el riesgo de que se tornen amarillas”, explica la experta.

Consejos para cuidarlas:

• Evita cortar la cutícula.

• No dejes las uñas con bordes curvos.

• No limes la lámina ungueal.

• Usa nutracéuticos (las vitaminas para el crecimiento del cabello también favorecen las uñas).

Limpia tus uñas solo con un cepillo suave; nunca utilices espátulas para remover la suciedad. Estas herramientas pueden despegar la lámina ungueal del lecho ungueal, creando espacios donde pueden proliferar hongos.

¿Sabías qué...?

La piel de las manos es casi tan sensible como la del rostro. Factores externos como el sol, el frío, el calor y el agua pueden dañar su barrera protectora natural. El objetivo del cuidado de las manos es mantenerlas hidratadas y evitar la resequedad.

El uso de acrílicos y esmalte Shellac debe reservarse para ocasiones especiales y no convertirse en una rutina.