MSc. Martha Belén Ortiz Celi *

El sistema digestivo comprende a una serie de órganos huecos unidos a través de un tubo largo y retorcido. Comienza en la boca y se extiende hasta el ano, e incluye el esófago, el estómago, el intestino delgado y el intestino grueso. El hígado, la vesícula y el páncreas también participan. Estos órganos producen jugos y enzimas digestivas que ayudan en el proceso de la digestión.

Cuando el cuerpo come, descompone los alimentos en una forma que puede utilizar para producir y nutrir células y suministrar energía. Este proceso se llama digestión.

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Existen muchos tipos de trastornos digestivos absortivos que pueden manifestarse con distintos síntomas dependiendo del problema. En términos generales, debe consultar primero a un médico gastroenterólogo el abordaje medicamentoso. Sin embargo, adicional a la dirección médica siempre debe complementarse con correcciones en el estilo de vida que incluye los hábitos alimentarios y manejo de estrés.

Si usted suele tener una evacuación infrecuente, con presencia de esfuerzo (pujo), o dificultad en la evacuación acompañada generalmente de gases, dolor o ardor, preste toda su atención.

La patogenia es multifactorial y se centra principalmente en el tipo de dieta, la motilidad del colon y la absorción, así como en factores conductuales, biológicos y farmacéuticos. Además, se observa que una alimentación baja en fibra, la ingesta inadecuada de agua, el estilo de vida sedentario, el diagnóstico del síndrome del intestino irritable (SII), presencia de disbiosis intestinal y el tránsito lento se asocian con daños en la mucosa del sistema digestivo.

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Cuando deseamos evitarlo debemos poner nuestro empeño por comer a diario frutas, verduras y otros alimentos que contienen fibra, como los granos, garantizando un buen remojo y tomar dos litros de agua. Con estas pautas podemos evitar que el estreñimiento sea un problema común, ya que tiene factores modificables que pueden controlarse y tratarse corrigiendo hábitos nutricionales y estilos de vida.

La falta de fibra puede ocasionar un volumen insuficiente de heces y dificultar los mecanismos de expulsión. Por eso siempre les recomiendo a los pacientes que en cada oportunidad que puedan en todas sus comidas incluyan fuentes alimentarias ricas en fibra insoluble y soluble. Esto acompañado de la ingesta de agua para poder activarla, la cual va a depender de la edad, sexo, actividad física, temperatura ambiental y alimentación. Por ello se ha establecido una recomendación general de 8 vasos o 2-3 litros de agua al día.

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Antes se creía que si un paciente tiene gastritis o colon irritable hay que evitar fibra para que no continúen las molestias, cuando realmente hay que tratar el origen de esos síntomas y lo que lo ocasiona, por lo que se sugiere que adicional al cambio de dieta se investigue la calidad de microbiota actual y se preste vital importancia en regenerarla, por medio de alimentos ricos en probióticos o suplementación de cepas específicas, solo así se logra un balance nutricional y sin necesidad de tomar de por vida fármacos.

Por otra parte, la actividad física previene el mal funcionamiento intestinal porque acelera el tránsito intestinal, haciendo que el alimento recorra el intestino delgado y grueso en el menor tiempo posible, lo que evita que el bolo fecal se deshidrate.

Se conoce también que algunos problemas neurológicos, como esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, las lesiones medulares o los accidentes cerebrovasculares, pueden afectar a los nervios que hacen que los músculos del colon y el recto se contraigan y lo muevan, lo que no permite una buena digestión.

Y es muy probable que otras condiciones más frecuentes por las que se produce una disminución en la presión de la pared abdominal causen el estreñimiento, por ejemplo, durante embarazo o la edad avanzada.

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Debemos prestar atención a síntomas de alarma a nivel gastrointestinal que requieren derivación al médico y al nutricionista, entre ellos:

· Estreñimiento de inicio reciente sin cambios alimentarios ni conductuales.

· Dolor abdominal importante o sangre en heces o pérdida de peso, fiebre, náuseas o vómitos, astenia, pérdida de apetito o anemia ferropénica.

· Alternancia de estreñimiento y diarrea (por posible SII o divertículos).

· Tenesmo (sensación ineficaz de necesidad de evacuar), síntomas obstructivos.

· Enfermedades del aparato digestivo: enfermedad inflamatoria intestinal crónica (colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn), celiaquía. Historia familiar de cáncer de colon.

· Signos de estreñimiento secundario a enfermedad (intestinal o no) o tratamiento farmacológico susceptible de causar estreñimiento. Signos de anorexia nerviosa.

Ahora ya lo saben, se pueden prevenir los problemas digestivos a través de una buena alimentación e hidratación, será siempre su mejor elección prevenirlo.

Receta

Ensalada rica en fibra

Es muy beneficioso para los microorganismos que habitan en nuestro colon y que son los encargados de mantenernos con buena digestión que a diario consumamos ensalada fresca. Pudiendo ser parte de un almuerzo o cena saludable.

Ingredientes:

· Lechuga crespa

· Cebolla perla o colorada

· Tomate riñón o cherry

· Aguacate

· Pepino

· Huevo, atún o salmón

· ½ tallo de apio

· 1/4 de taza de vinagre de manzana o limón

· 1 pepa de ajo o jengibre rallado

· Pizca de sal y pimienta

Procedimiento:

1. Picar los vegetales, incluyendo su cáscara.

2. Realizar vinagreta licuando ajo + apio+ vinagre + pizca de sal y pimienta.

3. Servir los vegetales con la vinagreta y la proteína a su elección.

* Nutricionista clínica /Chef en gastronomía nutricional

Miembro de la Asociación de Nutricionistas del Guayas

@mbonutricion

Teléfono: 098-460-6790