El hígado es uno de los órganos con mayor relevancia del cuerpo. Ayuda al organismo a digerir los alimentos, almacena energía y elimina toxinas. Por ello es de suma importancia llevar buenos hábitos para su correcto funcionamiento. No obstante, en ocasiones, diversos factores pueden afectarlo y ocasionar que se inflame, situación que se conoce como inflamación hepática o hepatomegalia.
Dolor de los riñones y dolor de espalda: Cómo diferenciarlos
El borde inferior del hígado generalmente llega justo hasta el borde inferior de las costillas sobre el lado derecho. Este borde normalmente es delgado y firme y no puede sentirse con las puntas de los dedos por debajo del borde de las costillas, excepto al tomar una respiración profunda. Puede estar agrandado si el médico lo puede sentir en esta área.
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Entre las causas que pueden desencadenar esta inflamación se encuentran: sobrepeso, obesidad, alcoholismo, infecciones bacterianas, intoxicación por medicamentos, infección por el virus de la hepatitis, leucemia, metástasis, enfermedad por almacenamiento de glucógeno, sarcoidosis o la intolerancia hereditaria a la fructosa.
Dolor, fiebre, piel y ojos amarillos, náuseas, heces de color claro, orina oscura, así como mal sabor en la boca son algunos de los síntomas que puede llegar a presentar una persona con inflamación del hígado. De todos modos, es posible que el paciente no esté al tanto de la afección; en la mayoría de los casos, esta es detectada por el médico.
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¿Cómo saber si estoy enfermo de los riñones?
El tratamiento implica identificar y controlar la causa de la inflamación hepática. En todo caso, para reducir el riesgo de contraer una enfermedad hepática lo ideal es mantener una alimentación saludable, si bebe alcohol, hacerlo con moderación; no exceder las dosis recomendadas de medicamentos, vitaminas o suplementos; limitar el contacto con sustancias químicas (limpiadores en aerosol, insecticidas, etc.). Así también, procure mantener un peso saludable y no fume.
Entre los alimentos recomendados para comer cuando se padece de hígado inflamado se encuentran:
- Zanahorias, brócoli, coliflor, espinacas, alcachofas, remolacha, cebolla.
- Naranja, limón, fresas, pomelo, manzana, uvas, aguacate, arándanos.
- Carnes blancas: pollo, pavo, pato.
- Pescados: lenguado, merluza, mero, rape, rodaballo.
- Aceite de pescado.
- Aceite de oliva extra virgen.
- Cereales integrales y avena.
- Lácteos desnatados y en una cantidad moderada.
- Infusiones de cardo mariano, diente de león, boldo y té verde.
También es recomendable beber abundante agua durante el día. (I)
Fuentes: NIH || Mayo Clinic || unComo