Para cada mujer, la menstruación es una experiencia diferente por la cual presentan síntomas como ciclos irregulares o constantes dolores de cabeza causados muchas veces por factores ambientales como el cambio de las estaciones o la exposición a la luz solar.
A pesar de esto, uno de los síntomas al que más se debería prestar atención es al sangrado abundante, pues puede ser una señal de auxilio por parte del cuerpo.
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Según ABC Bienestar, este es un problema que al menos un 27% de la población femenina padece, especialmente durante los primeros dos años de la menstruación y cuando se acerca la menopausia, pero en otros casos puede representar graves enfermedades ginecológicas.
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Sangrado abundante y sus posibles causas patológicas
La recomendación de los expertos es clara en ocasiones que presentes menorragia: siempre acude a tu médico de confianza, pues será la única forma de conocer si este síntoma se debe a desbalances hormonales o a las siguientes patologías:
Endometriosis
Esta enfermedad se origina en el crecimiento atípico del tejido del endometrio, lo que genera tumores de mucosa capaces de recubrir el interior del útero y expandirse a otros órganos de forma crónica, congénita y benigna.
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Adenomiosis
Al igual que la endometriosis, la adenomiosis se origina con el exceso de tejido endometrial, el cual se introduce en el miometrio y causa lesiones nodulares.
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Miomas
Estas son lesiones tumorales benignas que nacen del músculo uterino, además de que suelen encontrarse en el cuerpo y cuello, si son muchos o si están en un tejido submucoso.
Pólipos uterinos
Son lesiones similares a los miomas, con la diferencia de que estos tienen su origen en el tejido endometrial.
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Cáncer
En el peor de los casos, el sangrado abundante puede ser consecuencia de algún tipo de cáncer y debe estar acompañado de otros indicadores patológicos como dolor y presión en la pelvis o sensación de hinchazón. Esta enfermedad suele presentarse en mujeres que no han pasado por la menopausia y aún tienen una menstruación abundante.
Algunos de estos problemas de salud se tratan con estrógenos o progesterona, pero evita automedicarte y solo toma los medicamentos indicados por un ginecólogo.
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