El repunte del COVID-19 en México tiene un nombre aciago. Primero fue la variante “Perro del Infierno” y ahora la subvariante “Xibalbá”, una sexta ola de la enfermedad que llega por el relajamiento de las medidas preventivas y la temporada de enfermedades respiratorias que ocasionan las lluvias y frentes fríos en Yucatán, ciudad donde tienen el epicentro los contagios.