Las drogas psicodélicas son conocidas por su capacidad de alterar la cognición y la percepción, dando lugar a experiencias como las alucinaciones. Pero en la investigación médica tienen otro matiz, pues son estudiadas como un tratamiento para condiciones debilitantes como los dolores de cabeza en racimo, la ansiedad y la depresión, así como el síndrome de estrés postraumático.