La exposición crónica aunque sea en niveles bajos de plomo, cadmio y arsénico a través de artículos domésticos de uso habitual, del aire, el agua, el suelo y los alimentos se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, según una nueva declaración científica de la Asociación Americana del Corazón (AHA) publicada esta semana en la revista oficial de esta entidad.

Entre los males reportados están la enfermedad de las arterias coronarias, el ataque cerebral y la enfermedad arterial periférica.

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¿Cómo se exponen las personas a los metales contaminantes?

Con mayor frecuencia, ocurre de manera involuntaria, en el hogar. La pintura en casas antiguas, los productos derivados del tabaco, el humo de segunda mano, los alimentos contaminados por aguas subterráneas y algunas artesanías de alfarería, cerámica y utensilios de cocina son fuentes de contaminación por plomo. Las tuberías de agua, especias, cosméticos, dispositivos electrónicos y emisiones industriales también. El tabaco es una fuente tanto de plomo como de cadmio.

Un trabajador refuerza su traje de seguridad antes de retirar pintura con plomo de una vivienda. Foto: Shutterstock

El cadmio, por su parte, se encuentra en las baterías de níquel-cadmio, pigmentos, plástico, cerámica y cristalería y productos derivados de la construcción. Además, los fertilizantes producidos a escala industrial utilizan roca fosfórica que tiene alto contenido de cadmio, que contamina los tubérculos y las plantas de hojas verdes (incluido el tabaco).

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La exposición al arsénico se produce principalmente a través del agua subterránea, lo que afecta el agua potable, el suelo y los alimentos. En particular, el arsénico se acumula en el arroz en mayor medida que en otros cultivos alimentarios.

Algunas personas están en mayor riesgo de exposición a metales tóxicos, cuando viven en zonas más cercanas a carreteras principales, fuentes industriales y vertederos de residuos peligrosos, residen en casas más antiguas o en áreas donde las reglamentaciones ambientales se aplican de manera deficiente y las respuestas a las quejas de la comunidad son inadecuadas.

¿Qué enfermedades están asociadas con la contaminación por plomo, cadmio y arsénico?

Una revisión de 2018 publicada en la revista profesional British Medical Journal evaluó 37 estudios que representaban a casi 350.000 personas de más de una docena de países. La revisión informó que los niveles más elevados de arsénico en la orina y los niveles de plomo y cadmio en la sangre se asociaban con un riesgo entre un 15 % y un 85 % mayor de ataque cerebral y enfermedades cardíacas.

El arroz adquiere arsénico a través del agua; generalmente los niveles de este metal no son tan altos, pero conviene lavarlo y cocinarlo con abundante agua. Foto: Shutterstock
  • Un estudio en China determinó que los niveles más elevados de plomo en la sangre se asociaban con placa en las arterias carótidas en personas con diabetes tipo 2.
  • En otro estudio se halló que el cadmio y el arsénico se asociaban con una mayor tasa de enfermedades cardíacas y accidente cerebrovascular isquémico.
  • En España, un estudio llevado a cabo entre la población general determinó que el cadmio en la orina se asociaba con mayores tasas de enfermedades cardiovasculares de diagnóstico reciente.

¿Cómo saber si el grado de contaminación por metales ?

Monitorear los niveles de metales en el ambiente y hacer pruebas de metales en personas (mediante análisis de sangre) son los primeros requisitos para tomar iniciativas de salud pública apropiadas.

Disminuir la exposición a metales en el tabaco, la protección de los sistemas de agua y pozos comunitarios y la reducción al mínimo de la contaminación por metales en el aire, los alimentos y el suelo son ejemplos de medidas de salud pública. También hace falta desarrollar intervenciones clínicas que eliminen los metales o debiliten sus efectos en el organismo, dijo el cardiólogo Gervasio. A. Lamas, director del grupo que redactó la declaración de la AHA.

Actualmente no existe una terapia médica estándar para contrarrestar el efecto vascular de los metales contaminantes, solo hay investigaciones en curso para abordar cuál sería el tratamiento de las personas en caso de exposición.

Medicamentos en evalución: los quelantes, que pueden ligarse a los metales contaminantes en el organismo y expulsarlos. Y ciertos suplementos nutricionales podrían reducir los efectos de los metales contaminantes y acelerar la excreción. Los que han demostrado potencial, según ensayos a pequeña escala, incluyen folato y N-acetilcisteína. (I)