La Unidad de Salud Mental Municipal (USEM) presentó este 2 de mayo el resultado de la encuesta educativa ‘Mitos y verdades del suicidio’, la cual, aseguran, amerita realizar acciones preventivas urgentes.

El psicólogo Jorge Luis Escobar, coordinador de la USEM, explica que esta entidad lideró la encuesta, la propuso y la desarrolló técnicamente. “El modelo es educativo”, indica, en formato de preguntas y respuestas, formuladas para que los encuestados aprendieran y fijaran conocimientos a medida que las contestaban.

El pensamiento suicida indica una infelicidad profunda, pero no necesariamente un trastorno mental. La mayoría de las personas que contemplan el suicidio no tienen con quién hablar.

Aquí algunas de las frases que la investigación presentó como preguntas, y sus aclaraciones:

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  1. Quienes hablan de suicidio no tienen la intención de cometerlo. “Falso”, sostiene el cuestionario. Quienes hablan de suicidio pueden estar pidiendo ayuda o apoyo de esta manera. Un número significativo de personas que contemplan el suicidio presentan ansiedad, depresión, desesperanza, y pueden creer que no tienen opción”. La mayoría de los encuestados contestó consecuentemente.
  2. La mayoría de los suicidios suceden de repente, sin advertencia previa. “Falso. La mayoría de los suicidios han sido precedidos de signos de advertencia verbal o conductual. Algunos suicidios se presentan sin advertencia previa. Pero es importante conocer los signos”.
  3. El suicida está decidido a morir. “Falso. Las personas con ideas suicidas suelen ser ambivalentes sobre la vida y la muerte. El acceso al apoyo emocional en el momento propicio puede prevenir el suicidio”.
  4. Quien haya sido suicida alguna vez, nunca dejará de serlo. “Falso. El mayor riesgo de suicidio suele ser de corto plazo y específico según la situación. Aunque los pensamientos suicidas pueden regresar, no son permanentes, y quienes hayan tenido pensamientos e intentos suicidas pueden tener después una larga vida”.
  5. Solo las personas con trastornos mentales son suicidas. “Falso. El pensamiento suicida indica una infelicidad profunda, pero no necesariamente un trastorno mental. Muchas personas que viven con trastornos mentales no son afectadas por el pensamiento suicida, y no todos los que se quitan la vida tienen un trastorno mental”.
  6. Hablar del suicidio es mala idea y puede interpretarse como estímulo. “Falso. Debido al estigma, la mayoría de las personas que contemplan el suicidio no tienen con quién hablar. Hablar abiertamente puede dar otras opciones o tiempo para reflexionar sobre la decisión, previniendo así el suicidio”.
  7. ¿Qué hacer para ayudar a prevenir el suicidio? Las personas encuestadas contestaron: “Dialogar. Hablar del tema. Charlas. Campañas. Consejos. Ayuda profesional. Terapia de grupo. Escuchar. Acompañar”.
Para atención emergente en casos de pensamientos o intentos de suicidio, se recomienda llamar al ECU911 o al 099 403 0281. Foto: Shutterstock

Fueron encuestadas 5322 personas, en los siguientes grupos de edades: 10-19 años (16,78% de niños y adolescentes), 20-35 años (61,31%), 36-59 años (21,14%) y mayores de 60 años (0,77%). El Instituto Técnico Bolivariano ayudó con el procesamiento de la información.

El acceso al apoyo emocional en el momento propicio puede prevenir el suicidio.

Las mujeres conformaron el 60,48% de la muestra. La mayoría de los participantes son residentes de Guayaquil (72,45%). La encuesta se distribuyó con la colaboración de diversas instituciones, entre ellas, la Universidad de Guayaquil, la Alcaldía de Guayaquil, el Instituto Técnico Bolivariano, el Cuerpo de Bomberos, la Escuela Superior Politécnica del Litoral, la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos y la Cruz Roja.

(I)

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