MÁ Summit nvita a especialistas del método Creighton de reconocimiento de la fertilidad y salud femenina; será este jueves en el Centro de Convenciones de Guayaquil

Un congreso dedicado a la crianza y maternidad, MÁ, tendrá lugar este jueves 3 de octubre en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, de Guayaquil. Estará enfocado en ofrecer recursos educativos y formativos a las madres y a las familias.Dos de los invitados internacionales serán los médicos ginecólogos Víctor Topete y Joaquín Ruiz, quienes expondrán sobre el modelo Creighton, un método de planificación natural que promueve la fertilidad como parte de la salud y que puede usarse para lograr el embarazo o para evitarlo.¿Cuáles son las ventajas de un método natural y para quiénes funciona? “Para toda mujer en la etapa reproductiva”, dice el doctor Topete, especialista en ginecología y obstetricia en la ciudad de Puebla, en México. “Después de la pubertad hasta la menopausia, regular o irregular, en lactancia o cualquier otra etapa de su vida, mientras esté ovulando, se puede ver beneficiada de un método como Creighton, que se basa en los síntomas y signos en el moco cervical, que es el que determina la salud ginecológica de la mujer y permite la fertilización”. El método permite a la mujer saber si está ovulando de manera normal y si su ciclo está sano o alterado. “Y puede acudir a un profesional para realizar un diagnóstico”.La ovulación se altera por enfermedad, por tratamiento hormonal o por diversos métodos anticonceptivos. “Con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta de las bondades y beneficios de los métodos naturales para la detección oportuna de enfermedades o patologías que afectan a las mujeres en la etapa reproductiva; no solo para determinar la fertilidad o la infertilidad”.El doctor Ruiz añade que ha crecido el interés por los métodos naturales de salud reproductiva y planificación familiar. “En los últimos años ha tomado mucha importancia la observación de los biomarcadores y el reconocimiento de los cambios del cuerpo en todas las áreas de la medicina; la salud femenina no es la excepción. En 2010, entre el 4 % y 7 % de las mujeres buscaba una alternativa natural para llevar el control de sus ciclos menstruales y planificar, espaciar o buscar el embarazo; hoy el 30 % de las mujeres preguntan por un control libre de hormonas”.Algunos dispositivos son más eficaces que antes gracias al desarrollo de la tecnología, eso no descarta la efectividad de modelos como Creighton, incluso si no se está buscando un embarazo.“Creemos que toda mujer debería aprender sobre estos métodos para monitorear su salud ciclo a ciclo, durante toda su vida reproductiva”, indica Topete. “Las mujeres van a su revisión ginecológica una vez al año, pero deberían estar en contacto con su sistema reproductivo todo el tiempo”.¿Y quién debería dar a las mujeres la información para que puedan reconocer las señales de su cuerpo desde la pubertad? Ruiz opina que es derecho de los padres hablar de estos temas con sus hijos, y cada familia determina qué datos dar y en qué momento. “Sin embargo, esta responsabilidad hoy está cayendo también en las escuelas y centros de formación; los niños se enfrentan al conocimiento de su cuerpo, y es importante que las niñas aprendan a reconocer que el sistema reproductivo da señales, y que una mujer puede llevar el registro y el control de su salud reproductiva y ginecológica de manera eficiente y clara”. Los anticonceptivos orales han seguido la estrategia de inhibir la ovulación en la mujer a través de dosis altas de estrógeno y estradiol. “Pero los efectos adversos eran muy altos: trombosis venosa profunda, infarto cerebral, trombo pulmonar, que hicieron que se redujera los niveles de estrógenos. Son hormonas parecidas a las del cuerpo de la mujer, pero no son las mismas”, detalla Topete. “Al momento, tienen un efecto del 40 % al 60 % en la ovulación, y el resto del mecanismo es a nivel implantatorio y del moco cervical. Pero siguen teniendo efectos adversos”.Lo normal, continúa Topete, es que la mujer ovule una vez al mes y haya subidas y bajadas de las hormonas antes y después de la ovulación, y que esta dinámica regule las glándulas mamarias, los ovarios, el endometrio y también los estados de ánimo. “Cuando se pasan varios años bajo la influencia de hormonas artificiales, hay efectos secundarios en los sistemas mencionados, y así vemos una gran influencia de tumores malignos o benignos, como fibroadenomas mamarios y miomas”.Los médicos, por tanto, promueven l a ginecología restaurativa, que en vez de sustituir las hormonas femeninas, trata de restaurar el ciclo. “El tratamiento hormonal no es malo en sí”, aclara Ruiz, “pero cuando es sustitutivo, quita de tajo las hormonas de la mujer y pone otras nuevas. Pero podemos hacer tratamientos que no sustituyan el ciclo, sino que cooperen con él. Además, hoy tenemos progesterona y estrógeno con moléculas idénticas a las producidas por el cuerpo de las mujeres”.¿Por qué resaltan la importancia de esto? “Las mujeres tienen receptores hormonales prácticamente en todos sus tejidos, los cambios hormonales las cambian completamente; una mujer es diferente en cada momento de su ciclo, la percepción, los planes, los antojos, las elecciones de ropa y de maquillaje, la forma en que el cuerpo procesa los alimentos y los líquidos”, enumera el ginecólogo Ruiz. “Estos cambios son naturales, así es como debe ser, y cuando sustituyes las hormonas, estás cambiando a esa mujer”.Los especialistas expresan que ese tipo de medicina lleva seis décadas y ha tenido instancias de exceso. “Hoy todo se trata con hormonas, sea la anticoncepción, la inducción de la menopausia, los miomas o el síndrome de ovario poliquístico”, expresa Topete. “Lo normal es hacer un diagnóstico y buscar cómo restablecer el funcionamiento normal del cuerpo, y si no se puede porque se perdió por completo esa función, entonces sustituirlo. Pero la mejor forma de hacer medicina es la prevención. Quisiéramos que cada vez haya más médicos ginecólogos que se cuestionen y busquen la medicina restaurativa como parte de la ginecología, desde la prevención y la identificación temprana de las patologías que afectan el cuerpo de la mujer y el funcionamiento normal de sus hormonas”.Mucho de esto viene con la nutrición y el ejercicio, que pueden modificarse, a diferencia de los factores genéticos que predisponen a tener miomas, ovario poliquístico o resistencia a la insulina. “Pero la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado pueden llevar a que evitemos la terapia sustitutiva y busquemos una estrategia cooperativa con el cuerpo. Y por qué no, cuando sea necesario, tratamiento quirúrgico, pero que busquen darle solución a ese problema en particular”.Topete se declara en desacuerdo con decisiones radicales como quitar el útero cuando hay miomas. “Por qué no solo quitar el mioma, cuando el útero funciona bien. Y hacer una medicina más respetuosa de los órganos”.“Lo más regular es que las mujeres sean cambiantes”, sostiene su colega Ruiz. “Es su naturaleza modificarse a lo largo del ciclo y adaptarse a esas realidades. Si hay un desequilibrio hormonal, estos cambios se volverán desagradables, y eso es lo que hay que corregir”. Insiste en que hay alternativas para las mujeres, sean madres o no. “Y también cuando el embarazo ha tardado en llegar o ha sido complicado”. Los médicos, que comparten cápsulas informativas en Instagram, TikTok y Facebook como @naproclinica, estarán en MÁ Summit este jueves, de 14:00 a 20:00. Las entradas están a la venta en la web de Expoplaza. (I)

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