Alrededor del mundo se han iniciado diversos planes de vacunación con el objetivo de contener la pandemia de COVID-19 que desde diciembre del 2019 ha incidido en el mundo, provocando restricciones de movilidad, saturaciones de sistemas sanitarios y el incremento de muertes.

Como una luz de esperanza se presentaron las vacunas de COVID-19 que varios laboratorios fueron desarrollando y cuyos resultados ya se han evidenciado en países como Israel y Estados Unidos.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que hay tres métodos principales para el diseño de una vacuna: aquellos que utilizan el virus o bacterias íntegros; el que utiliza fragmentos del agente patógeno para crear una respuesta inmunitario y el uso de material genético que tiene instrucciones para fabricar proteínas específicas.

Dentro del primer método se encuentran las vacunas inactivadas que consiste en aislar el virus e inactivarlos o destruirlos por medio de sustancias químicas, calor o radiación, ya se ha utilizado en otras enfermedades. “La técnica suele conllevar tiempos de fabricación relativamente largos, y por lo general las vacunas resultantes deben aplicarse en pautas de dos o tres dosis”.

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Con las vacunas atenuadas se usan virus patógenos o se mantienen activos aunque debilitados; se usan tecnología parecida a las vacunas anteriores y es posible fabricar grandes cantidades de vacuna.

En el caso de las vacunas basadas en vectores víricos se usa un virus inocuo para transportar fragmentos específicos del agente patógeno que produzca una respuesta inmunitaria sin causar la enfermedad y este puede desarrollarse rápidamente.

En el método con subunidades antigénicas también provoca que el sistema inmunitario reconozca los fragmentos específicos y no contienen el agente patógeno íntegro ni utilizan un virus inocuo como vector.

Mientras que en el método genético se diseñan vacunas con agentes patógenos íntegros atenuados o destruidos o fragmentos de uno. “Por medio de las vacunas de ácido nucleico un conjunto específico de instrucciones se insertan en nuestras células, ya sea en forma de ADN o ARNm, con el fin de que estas fabriquen la proteína específica que deseamos que el sistema inmunitario reconozca y contra la que deseamos que se induzca una respuesta”. Esta es una nueva técnica y requiere condiciones específicas de conservación.

Vacunas contra el COVID-19 que se aplican en el mundo

Pfizer/BionTech

Nombre de la vacuna: BNT162b2 (COMIRNATY)

Tipo de vacuna: ARN Mensajero

Eficacia: 95%

Aprobada por la OMS:

Dosificación: 2 dosis con una diferencia de 21 días

AstraZeneca/Oxford

Nombre de la vacuna: AZD1222 y ChAdOx1-S (COVISHIELD)

Tipo de vacuna: Vector viral no replicante

Eficacia: Entre el 70% y 79%

Aprobada por la OMS:

Dosificación: 2 dosis con una diferencia de 4 a 12 semanas.

Moderna

Nombre de la vacuna: ARNm-1273

Tipo de vacuna: ARN mensajero

Eficacia: 94%

Aprobada por la OMS:

Dosificación: 2 dosis con una diferencia de 28 días.

Janssen (Johnson & Johnson)

Nombre de la vacuna: Ad26.COV2.S

Tipo de vacuna: Vector viral no replicante

Eficacia: 66%

Aprobada por la OMS:

Dosificación: 1 dosis.

Sinopharm

Nombre de la vacuna: BBIBP-CorV

Tipo de vacuna: Inactivado

Eficacia: 79%

Aprobada por la OMS: En proceso

Dosificación: 2 dosis con diferencia entre 21 y 28 días.

Sinovac

Nombre de la vacuna: CoronaVac

Tipo de vacuna: Inactivado

Eficacia: 50,65% a 91,25%

Aprobada por la OMS: En proceso

Dosificación: 2 dosis con diferencia de 28 a 32 días.

Gamaleya

Nombre de la vacuna: Gam-COVID-Vac (Sputnik V)

Tipo de vacuna: Vector viral no replicante

Eficacia: 91,6%

Aprobada por la OMS: Se pidió más información

Dosificación: 2 dosis con diferencia de 21 días a tres meses. (I)