Un estudio preliminar, publicado el pasado 28 de febrero en bioRxiv, identificó la presencia del virus SARS-CoV-2 en testículos de monos. Lo que para los investigadores puede dar una luz de que este podría generar daños a largo plazo en los genitales masculinos.
El objetivo del estudio era para desarrollar una sonda que permita la visualización de la proteína espiga del SARS-CoV-2 en el modelo de infección del Macaco rhesus. Además de identificar sitios de infección del virus y facilitar la comprensión de la gravedad de la enfermedad.
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Dentro de la observación se identificó el virus en el pene y, en uno de los primates, en los testículos, que también son afectados por otras enfermedades, como el virus del zika y ébola.
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Los investigadores señalaron que “es razonable sugerir que estas observaciones también pueden aplicarse a humanos infectados con SARS-CoV-2 debido a varias observaciones clínicas relacionadas con la fertilidad y la salud sexual masculina. Es muy relevante en esta extrapolación considerar que hemos identificado cuatro tejidos distintos donde la infección por SARS-CoV-2 podría afectar la salud sexual y la fertilidad masculina”.
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“La posible infección de los testículos por SARS-CoV-2 podría tener un gran impacto en la fertilidad masculina, lo que podría disminuir el recuento de espermatozoides y la calidad del semen”, se indica en el estudio.
Este no es el primer estudio que se publica referente a este tema. El año pasado, la Universidad de Florida publicó un análisis de 146 pacientes a los que se les diagnosticó disfunción eréctil después de padecer COVID-19: tienen tres veces más probabilidades de tener disfunción eréctil. (I)
