El dióxido de cloro (CDS) es un compuesto que se ha vendido como falso tratamiento para muy diversas enfermedades. Entre ellas la malaria, la diabetes, el cáncer, el sida y, recientemente, la covid-19. Este producto no es un medicamento y ha sido ampliamente criticado por la comunidad científica, ya que no cuenta con los ensayos clínicos necesarios para validar su funcionamiento y seguridad en seres humanos.