La dieta cetogénica funciona en el cuerpo como un ayuno parcial. Provee una fuente alternativa de energía y mantiene la masa muscular al tomar como fuente de energía los cuerpos cetónicos, en vez de la glucosa (carbohidratos).

Paola Sánchez, máster en Dietética y Nutrición Humana, explica que este cambio no ocurre inmediatamente. “Una vez que usted deja de comer carbohidratos, el cuerpo empieza a utilizar la reserva de glucógeno hepático y muscular”.

Durante esa transición, la cetoadaptación, puede haber malestar: dolor de cabeza, mareo, náuseas e incluso síntomas gripales. A esto se lo conoce como la ‘gripe keto’.

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Por eso la nutricionista explica que no sirve de nada hacer una dieta cetogénica relámpago. Tan solo entrar en estado de cetosis toma al menos tres días.

No todo el mundo puede apegarse a este régimen, dice Sánchez. “Por ejemplo, todavía se está estudiando si las mujeres embarazadas o en lactancia pueden hacerla”.

Definitivamente no pueden hacer la dieta ‘keto’ personas con las siguientes condiciones médicas:

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  • Insuficiencia renal
  • Insuficiencia hepática
  • Cálculos en la vesícula
  • Dificultad para digerir las grasas
  • Trastornos alimentarios

Además, la Academia de Nutrición y Dietética, la mayor organización estadounidense de profesionales de alimentos y nutrición, pone en la lista a individuos con:

  • Enfermedad pancreática
  • Problemas de tiroides
  • Cirugía para extirpar la vesícula

Tampoco es aconsejable emprender este tipo de alimentación por cuenta propia. Lo mejor es estar guiado por un profesional en nutrición.

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Una dieta con solo 5 % de carbohidratos

El 75 % de la alimentación se compone de grasas, y es muy importante la calidad: aguacate, aceitunas, frutos secos, semillas, aceite de oliva extravirgen, aceite de coco.

Otro 20 % de la ingesta se compone de proteína, y solo el 5 % de carbohidrato, y en este punto Sánchez enfatiza que estos deben provenir de vegetales y frutos rojos, que tienen menor índice glicémico. Si los frutos rojos no son de su agrado, lo tendrá difícil, pues el resto de las frutas suelen evitarse en la dieta cetogénica.

La Academia de Nutrición y Dietética advierte que dejar de comer ciertos vegetales, la mayoría de las frutas y grano integral puede causar estreñimiento, para el cual se suele prescribir un suplemento de fibra.

A largo plazo, los riesgos son cálculos renales, enfermedad hepática y deficiencias de vitaminas y minerales, como vitamina A, C, K y ácido fólico. También es posible que una dieta alta en grasas saturadas eleve el riesgo de enfermedad cardiaca.

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¿Cuáles son las ventajas? “Las grasas, las proteínas y los vegetales generan muchísima saciedad”, y por eso muchas personas pueden apegarse a la comida keto. “Al entrar en estado de cetosis, el estado de concentración mejora, y hay beneficios para quienes tienen síndrome de ovario poliquístico o resistencia a la insulina, hígado graso y sobrepeso”.

No existe un tipo de alimentación mágica. Tal vez usted no logre adaptarse a esta nueva distribución de los macronutrientes. Siempre es bueno consultar a un profesional para ver si se identifica con este estilo. A la larga, recalca la nutricionista Sánchez, reducir los carbohidratos puede ser tan eficaz como disminuir las grasas, “todo depende de la individualidad”.

La dieta cetogénica, menciona la Academia, se ha utilizado por más de un siglo para ayudar a manejar la epilepsia, y también se la considera como parte del tratamiento para la obesidad y la diabetes, pero la evidencia para ambas condiciones de salud es limitada hasta ahora, pues los estudios solo han trabajado con grupos pequeños.

“Algunas personas perderán peso más lentamente que otras con la dieta keto”, dice la Academia en su comunicado oficial sobre el tema, “incluso si están siguiendo el mismo plan nutricional”. Para quienes estén en este caso, puede ser frustrante y desmotivador, y por eso terminan abandonando y recuperando el peso perdido al volver a sus antiguos hábitos de alimentación. (I)